Hoy en día nada es original. Podemos observar, al coger un libro, que todos comparten más o menos la misma fórmula. Sin embargo, ¿qué entendemos por originalidad? Si nos paramos a pensarlo, ningún gran artista tiene ese chispazo de inspiración de la nada. Todo trabajo surge de algo previo, de lo que ya existe. De hecho, todo artista, y no solo en la actualidad, sino también anteriormente, tomaba como referencia a otros artistas para realizar sus obras.

Y creo, de hecho, que es algo que todo el mundo hace, para crearse un estilo propio y único, más personal.

Los escritores y como autora me incluyo, siempre estamos picoteando de un lado y de otro, todo lo que vivimos, vemos, tocamos, oímos, conocemos etc, lo usamos como fuente de información para escribir nuestras historias: un recuerdo, una conversación con un amigo, una anécdota graciosa, la cara de la vecina de enfrente con esa gigantesca nariz que nos recuerda a una bruja, un buen libro del que nos inspiramos para construir esa escena que tanto nos ha quitado el sueño… Todo es inspiración.

Tenía el otro día una conversación muy interesante. La otra persona me decía lo siguiente “algo original tendrá mucho más valor que algo que no lo es”. Si bien es cierto que posee más valor algo que se te ha oocurrido a ti solo, de la noche a la mañana, sin ayuda de nadie, considero que eso solo demuestra que tienes una imaginación digna de admirar y algo un poco fuera de lo común. La idea puede surgir en cualquier momento, y se le puede venir a uno a la mente sin más, pero ese chispazo de inspiración puede aparecer de repente, después de haber leído tu libro favorito, ver aquella serie que tanto te ha enganchado o después de pasar todo el día en la playa escuchando el sonido del mar.

Por otra parte, si lo pensamos durante un momento, la mayoría de los libros de fantasía siguen la misma fórmula, al igual que los libros de romance, por ejemplo. En estos últimos tenemos a una mujer y a un hombre que se enamoran y que debido a un tercero la relación pasa por momentos difíciles. Pero, ¿significa esto que los autores se plagian los unos a los otros? De todos los libros que me he leído en donde se seguía esta misma fórmula nunca he tenido la sensación de estar leyendo algo similar. El truco está en coger esa fórmula como autor, y hacerla tuya, transformarla y otorgarle una nueva visión.

Jordi Sierra I Fabra en su libro La página escrita decía lo siguiente: “la mayoría de las personas piensa que los artistas se mueven por golpes de genio[…]. Creen que de repente estamos en trance y en nuestra mente florece una idea genial. […] Nada más lejos de la realidad”.

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