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Al hablar con escritores a menudo sale el tema del compromiso y la motivación en las redes sociales. Existe la creencia extendida de que comprometerte con tu proyecto en público puede aumentar tus niveles de motivación. Es la idea que defiende, por ejemplo, Austin Kleon en Aprende a promocionar tu trabajo. Al exponerte frente a tu audiencia, involucrarlos y hacerte responsable de algo, te sientes en la obligación de cumplir con lo anunciado para no defraudarlos. Es un planteamiento que he escuchado en infinidad de ocasiones.
Ahora bien, la escritora Euny Hong le da la vuelta al calcetín en un artículo para Quartz. ¿Qué pasaría si fuera precisamente todo lo contrario? Si compartir que estás escribiendo un libro en lugar de darte el empujón que necesitas te estuviera frenando. Hong empieza comparando esta actitud con la que tiene un fumador cuando afirma que terminará el último paquete que tiene y que dejará de fumar al día siguiente. «Deja de anunciarlo y no lo dejes para mañana ni para luego, hazlo ahora mismo», parece querer decir. El ganador del Premio Pulitzer y autor de Hiroshima John Hersey tenía la teoría de que nunca se debería hablar del libro en el que estás trabajando. Él mismo la ponía en práctica y nunca comentaba nada sobre lo que estaba escribiendo. Una vez que el manuscrito estaba en poder de su editor, reunía a su familia y amigos en una cena y les contaba sobre el libro que acababa de escribir. Para Hersey, los escritores pierden la energía de sus historias al hablar de ellas.
¿Está fundamentada la idea de que hablar sobre un objetivo, como dejar de fumar o escribir un libro, puede sabotear la capacidad para completarlo? Según Euny Hong, cada vez que hablas sobre un proyecto inacabado con alguien, estás engañando a tu cerebro para que piense que has hecho parte del trabajo. Es como si hablar sobre el hecho de escribir un libro te produjera la misma fatiga mental y la misma satisfacción que obtendrías si, en lugar de eso, dedicaras tu tiempo a escribir.
En una charla TED de 2010 titulada «Keep Your Goals to Yourself» el empresario Derek Sivers afirmaba que al compartir los objetivos con gente es menos probable que se logren. Sivers hace referencia a un estudio publicado en 2009 en el Journal of the Association of Psychological Science bajo el título «Cuando las intenciones se hacen públicas». En una de las experiencias de ese estudio, se les pidió a estudiantes de psicología de una universidad alemana que calificaran de uno a nueve, siendo uno nada y nueve mucho, la intención de ver unos vídeos. A continuación se les puso esos vídeos, que tenían una duración total de cuarenta minutos, y se les advirtió que podían dejar de verlos cuando quisieran. Parece ser que existía una tendencia en la que los estudiantes que habían dado una puntuación más alta en su intención de ver los vídeos eran lo que más dejaban de verlos antes de que se completaran los cuarenta minutos.
El compromiso es importante, pero Euny Hong afirma que debe ser hacia uno mismo, no hacia los demás. Transmitir tus objetivos e intenciones a amigos, familiares y extraños no solo no sirve para impulsar su proyecto sino que incluso puede conllevar lo contrario: truncarlo al asignar de manera incorrecta recursos mentales a algo que no te va a aportar nada.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Estás de acuerdo con Hong o crees que es importante o incluso necesario compartir los proyectos en los que se está trabajando?
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