Papá Noel en la cabalgata de Navidad (Fuente).

Mejillas rosadas, barba blanca y un traje rojo. A veces se le puede encontrar en centros comerciales, con una cola de niños frente a ellos emocionados ante la idea de decirle sus deseos navideños o asustados ante la idea de sentarse en su regazo. Conocido como Papá Noel, como Santa Claus o como San Nicolás, imaginar la Navidad sin este personaje es realmente difícil. Ahora bien, ¿cuáles son los orígenes del moderno Papá Noel? ¿Quién fue el verdadero San Nicolás? ¿Y quién ayudó a llevar la imagen del hombre del traje rojo a la cultura popular?

San Nicolás de Bari salva a tres inocentes. Cuadro de Iliá Repin (Fuente).

Santa Claus toma su nombre y su tremenda generosidad de un antiguo obispo cristiano, San Nicolás de Myra, también conocido como Nicolás de Bari. Nicolás de Myra nació a finales del siglo III en el seno de una familia adinerada. Sus padres murieron cuando él era joven, dejándole una considerable herencia. Si bien no existe mucha documentación escrita sobre su vida, los primeros registros indican que fue generoso con su herencia, donando gran parte de ella a los pobres y los necesitados.

Desfile de San Nicolás 2007 (Fuente).

Nicolás amaba a los niños, y la leyenda dice que durante su vida realizó varios viajes por mar, en particular peregrinando a Tierra Santa ‒en uno de esos viajes estuvo a punto de morir en mitad de una tormenta, lo que hizo que se convirtiera en el santo patrón de los marineros‒. Una de las leyendas más conocidas cuenta cómo salvó a tres hermanas de ser vendidas como esclavas o como prostitutas. El padre de las niñas estaba angustiado porque no tenía dinero para que sus hijas tuvieran dote. Se dice que San Nicolás dejó caer dinero por la chimenea de la familia durante tres noches consecutivas, y así el hombre pudo reunir la dote para que sus hijas que pudieran casarse.

El viejo Papá Noel, ilustración de un libro estadounidense del año 1855 (Fuente).

El siguiente momento en la creación del personaje moderno es el paso de San Nicolás a Santa Claus. San Nicolás es muy querido en Holanda, donde las familias lo recuerdan la víspera de su fiesta del 6 de diciembre, sacando zapatos o medias para atrapar los regalos de oro que él tira por la ventana o por la chimenea. Los niños holandeses a menudo encuentran naranjas ‒que simbolizan la ofrenda de oro de San Nicolás‒ y monedas de chocolate en sus zapatos. La forma holandesa de San Nicolás es «Sinter Nikolaas», que se acortó a «Sinter Klaas», que luego, americanizada, se convirtió en «Santa Claus».

Ilustración de 1881 por Thomas Nast (Fuente).

Pero la literatura también ayudó a hacer famoso a Papá Noel. Cuando los inmigrantes de Holanda y de otras naciones europeas viajaron a América lo hicieron llevando con ellos sus tradiciones. A finales del siglo XVIII, los periódicos de Nueva York ya documentaban a familias holandesas que celebraban el día de la fiesta de San Nicolás. Washington Irving en un libro titulado La historia de Nueva York llamó a San Nicolás el santo patrón de la ciudad. Este hecho fue de gran ayuda para difundir las historias y leyendas que rodeaban al personaje. En la primera mitad del siglo XIX, Clement Clarke Moore escribió el famoso poema «Twas the Night Before Christmas», originalmente titulado «An Account of a Visit from St. Nicholas». En este poema Moore describe las claves del moderno Santa Claus, diciendo que era «un elfo muy viejo».

Dibujo japonés de Papá Noel del año 1914 (Fuente).

Como es fácil comprobar, es la historia, mezclada con la leyenda y con una pizca de literatura, la que nos ha llevado al personaje que conocemos universalmente como Santa Claus. Un personaje que, en definitiva, nos anima a ser más generosos con aquellos que nos rodean.

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