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El estilo de vida moderno provoca que descuidemos aspectos importantes de cada uno como la mente. Debido a las prisas gastamos el tiempo libre en actividades sencillas, fáciles de digerir, como ver la tele por mediocre que sea su programación. Tales actividades hacen que desconectemos para descansar, y a veces necesitamos hacerlo, pero debemos aprender a cuidar el intelecto para fortalecer la concentración, mejorar la memoria y evitar enfermedades que deterioren la lucidez con el paso de los años.

Leer y escribir para cuidar el cerebro

Leer es una actividad a la que cuesta dedicarle tiempo si no estamos habituados, requiere constancia por parte de los lectores para terminar el libro de la mesita de noche en vez de continuar el siguiente capítulo de la serie de moda. Se trata de una actividad saludable para la mente, además de muy practicada por los españoles según las estadísticas. Al leer enriquecemos el vocabulario, mejoramos la memoria y ayuda a relajarnos. Sumergirnos en las páginas de un libro hace que olvidemos todo a nuestro alrededor, estimulando la actividad del cerebro. Provoca que nuestras neuronas tengan mejores conexiones, desarrollando la capacidad de comprensión y ayudando a mantener la mente sana frente al envejecimiento. Por otro lado, escribir es ir un paso más allá. Al hacerlo ejercitamos el cerebro al mismo nivel que resolviendo un problema matemático. La escritura fomenta la creatividad, organiza las ideas de la mente y alivia el estrés al enfocar los pensamientos a un tema concreto. Se puede escribir un diario, tener un blog personal donde anotar anécdotas e incluso existen ejercicios sencillos para practicar la escritura creativa. Los más valientes se atreverán a escribir su propia novela.

Jugar para fortalecer el intelecto

Los juegos ayudan en el desarrollo del cerebro y habilidades cognitivas, un método para cuidar el intelecto disfrutando. El ajedrez, que ahora se puede jugar en plataformas online como Chess24, es el rey de los juegos de inteligencia, muy popular en entornos intelectuales y repleto de anécdotas curiosas por parte de sus jugadores. El ajedrez es un juego milenario donde dos jugadores se enfrentan sobre un tablero con 32 piezas con movimientos diferentes. El objetivo es acabar con el rey enemigo. Su práctica fortalece la inteligencia al requerir análisis de las jugadas y concentración. Los juegos de cartas también ejercitan el cerebro, requieren cálculo de la probabilidad para que salgan las cartas deseadas y respuestas rápidas por parte de los jugadores. El póquer, el cinquillo o el blackjack son algunos de los juegos de cartas más populares. Según portales online como Betway casino el blackjack consiste en conseguir la puntuación más cercana a 21 sin pasarse, donde una de las principales estrategias para ganar es conseguir que el crupier se pase. Otros juegos beneficiosos para la mente son los crucigramas, como indefinidos o sudokus donde hay que completar series de números o palabras, reforzando la memoria al recordar definiciones o sinónimos y el cálculo matemático.

La importancia del ejercicio y la alimentación

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Los beneficios del deporte para el cuerpo es algo sabido por todos, pero quizás muchos ignoran que también beneficia nuestra mente. Cuando una persona realiza ejercicio su cerebro segrega unas sustancias químicas denominadas endorfinas. Las endorfinas provocan un estado de felicidad que evita los síntomas de la ansiedad o depresión. El ejercicio evita el estrés sobre todo a las personas que cuentan con un estilo de vida sedentario, como oficinistas o conductores. Además, el deporte también favorece la creación de nuevas neuronas y sus conexiones, mejorando el aprendizaje e inteligencia. Existen deportes para todas las edades e incluso para todos los gustos, de hecho, ha surgido una nueva «modalidad» que combina a los libros y la lucha, el bookfighting, esto quizás para los más alocados. Por otro lado, una buena alimentación favorece al cerebro. La vitamina C de cítricos como la naranja protege el cerebro y mejoran la memoria. Los antioxidantes del té verde o chocolate negro ayudan a mejorar la concentración hacia temas concretos, beneficiando por ejemplo los estudios. Los ácidos grasos omega 3 del pescado azul previenen el deterioro cerebral. Por el contrario, las comidas procesadas o con alto contenido graso nos hacen sentir cansados con su digestión pesada.

Cerebro solo tenemos uno, aprender a cuidarlo y desarrollarlo nos ayudará a concentrarnos en tareas complicadas y evitar enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Con dedicar algunas horas a la semana mantendremos una mente en forma para toda la vida.

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