Mary Shelley (Fuente).

Durante años Mary Shelley fue tristemente ignorada como escritora. Sí, creó a uno de los monstruos más emblemáticos de la literatura en su novela Frankenstein, pero a menudo se la ha considerado autora de un único éxito, cuando no simplemente hija de Mary Wollstonecraft o esposa de Percy Shelley. Sin embargo, en las últimas décadas hemos asistido a un persistente esfuerzo por recuperarla, poniendo el foco en el resto de su producción distinta a Frankenstein, como puede ser El último hombre, una novela pionera de la ciencia ficción, en los diarios de viajes que escribió mientras estuvo por Europa con su hijo, o en su correspondencia, que se publicó completa a partir de 1980.

Todo este interés por la autora alcanzó su punto más alto en 201, con el bicentenario de la publicación de Frankestein, lo que trajo como resultado desde la edición facsímil de su novela más emblemática hasta la publicación de diferentes antologías, pasando por un biopic protagonizado por Elle Fanning. Como resultado, sabemos más que nunca sobre su vida y su obra, aparte del más que conocido suceso que dio como resultado la redacción de Frankenstein.

Aunque toda la historia que rodea a la génesis del libro está cubierta por el mito, lo cierto es que a partir de la escritura de esa novela la vida de los Shelley se volvería extraña. En 1818 se fueron de Inglaterra y se trasladaron a Italia, huyendo de los acreedores y del excesivo interés por sus vidas personales. Unos años más tarde, en 1823, Mary había perdido a dos de sus hijos y a su marido y decidió volver a Inglaterra. En adelante, la escritora se dedicará a publicar los poemas de su esposo y a sus propias obras, sus diarios de viaje y sus novelas, además del mencionado El último hombre, Perkin Warbeck, Lodore o Falkner.

Frente al éxito de Frankenstein, cuya primera adaptación importante fue en 1823 con el nombre de Presunción, Mary no pudo dejar a un lado su pasado y tuvo que soportar varios intentos por dañar la reputación que poco a poco iba en aumento. Uno de esos intentos vino del primo de Percy Shelley, Thomas Medwin. Sabemos, según la versión de Mary, que Medwin intentó extorsionarle 250 libras a cambio de no publicar una biografía que dejaba bastante mal parado a su marido. En un principio se pensó que Mary se había negado a ceder al chantaje, puesto que Medwin sí publicó su biografía, pero hoy en día hay académicos que piensan que hay una parte de la historia que tal vez se ha mantenido oculta.

Portada de la primera edición de Frankenstein o el moderno Prometeo (Fuente).

La biografía que Medwin escribió sobre Shelley no dejaba tan mal al poeta, por lo que es posible que finalmente Medwin decidiera suavizar su libro. Es poco probable que Mary accediera a darle las 250 libras, como confirman las versiones de ambas partes, pero no es descabellado pensar que la autora quisiera pagar el chantaje de una forma más inusual, con algo que solo un escritor podría dar: una obra literaria. No sería la primera vez que ocurriría algo así en la historia de la literatura: sabemos, por ejemplo, que Dostoievski pasó un mes escribiendo El jugador para ceder los derechos a sus acreedores y pagar así sus deudas. Pues bien, se piensa que Mary pudo hacer algo parecido: escribir un manuscrito para Medwin con el fin de que este mantuviera en secreto los detalles más escabrosos de la vida de Shelley.

¿Y por qué se piensa eso? Pues porque, después de que falleciera en febrero, ha sido descubierto un manuscrito entre los documentos de Michael Medwin, un aclamado actor y pariente lejano de Thomas Medwin. Según Lirpa Loof, profesora de Cambridge y experta en Mary Shelley, el manuscrito pudo haber pasado de un Medwin a otro sin ver la luz del día. Añade: «Hace solo dos años que encontramos la confirmación en sus cartas que [la autora] era bisexual, pero hallar un trabajo completamente inédito en el cajón de un escritorio es algo espectacular». No es la primera vez que Mary Shelley nos sorprende con un descubrimiento póstumo. Sólo hay que recordar que cuando sus descendientes abrieron su escritorio encontraron el corazón de Percy Shelley calcificado y envuelto en uno de sus últimos poemas.

¿Y qué es lo que contiene ese manuscrito inédito? Pues aunque no es mucho lo que se sabe todavía de él, se trataría nada más y nada menos que de una secuela de Frankenstein, titulada La novia de Frankenstein (que tenga el mismo nombre que la película de Boris Karloff de 1935 es una casualidad). Tiene sentido que Mary diera en pago una secuela de Frankenstein, teniendo en cuenta la fama que la obra estaba ganando en la época. Eso sí, todavía no hay fecha oficial para la publicación del manuscrito, que probablemente antes tenga que ser estudiado por académicos y expertos en la autora, pero sin duda no tardará en aparecer.

Por cierto, una curiosidad final: junto a este monumental descubrimiento también se encontró una carta de Mary Shelley a Thomas Medwin en la que ella explicaba que el nombre del monstruo de Frankenstein también es Frankenstein.

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