Hacía tiempo que no leía relatos de ciencia-ficción occidental de esta calidad. Hablo del tipo de ficción científica que deja con ganas de más, de esos relatos tras los que hincar el diente se terminan de forma abrupta en su clímax, ofreciendo cierto regusto a desconsuelo y sed de una continuidad que sabemos no va a llegar. Y también, por qué no, del relato trágico.
‘7 relatos de ficción y ciencia’ (2019) es una recopilación de relatos cortos de lectura fácil y rápida. La suma de los relatos apenas llega a cien páginas, pero el total llena como las buenas antologías de aquellos grandes escritores de la ciencia ficción. Solo hay dos conclusiones lógicas: o bien su autor, Cortés del Monte, es un genio de la escritura; o ha realizado un fantástico cribado y curación de contenido. Quizá se den ambos casos.
Entre las líneas de este libro, que por cierto está disponible para su descarga gratuita en Lektu, se deja entrever el amor del autor por la especulación futurista, el humanismo occidental del que pocos podemos escapar y la distopía terrible consecuencia de ambos factores previos, todo agradablemente mezclado con tecnologías futuribles, ucrónicas y presentes.
Definir el estilo del libro resulta complejo por los temas que aborda, pero ‘extrapolación continuista de Asimov, Clarke y K. Dick’ (en sus buenos tiempos de historias cortas y asumibles) podría ser una forma de agrupar estas historias elegidas.
En todos los relatos existe un profundo trasfondo de análisis de la condición humana que inició la ciencia ficción contemporánea y que hacen más fácil empatizar con los personajes incluso cuando estos son robots carentes de emociones cuya programación les empuja a la aceptación social.
En estos relatos, algunos finalistas a concursos de relatos, abundan elementos como manipulación genética, robots, análisis de datos, universos simulados (dejadme que me sienta particularmente identificado con este tema) y, como no podía ser de otro modo, viajes en el tiempo y alienígenas.
Y no, no haré spoilers, en parte debido a que casi todos los relatos tienen una revelación final que se vería minimizada al anunciarla. La estructura de las historias ha sido cuidadosamente diseñada a modo de cliffhanger, un recurso narrativo que deja al lector en el aire, y que para algunos supone un auténtico placer al dejar el relato ‘roto’ a partir de cierta página.
Cortés del Monte juega con esa idea a lo largo de toda la antología, relatando historias que acompañan al lector hasta que estas llegan a un punto en que solo pueden desarrollarse en la mente del mismo. De hecho, algunos de los finales quedan lo suficientemente abiertos como para resultar ambiguos, de forma que varios lectores podrían desarrollar continuaciones mentales divergentes.
De esta antología, además del esmero con el que Cortés del Monte construye la trama, destaca la calidad de los personajes, así como el diseño de un ambiente creíble en el que estos desarrollan sus vidas y sus tramas. Sin duda este pequeño libro ha supuesto una lectura agradable, y espero descubrir muchos más así, aunque la experiencia me diga que escasean.
Imágenes | Cortés del Monte
El dispositivo de la fotografía es un BOOX Note Air (reseña). Este año leeré preferiblemente en este formato para ahorrar dinero (los eBook son más asequibles) y reducir mi impacto ambiental.
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