Introducción

Este papel de trabajo pretende confirmar y apoyar la posición de escritores como Sax B. C.(1983), en el sentido de que Hegel vinculó y tomó como caso ejemplar, su figura del Alma Bella, descrita en La Fenomenología, fundamentalmente de la obra de Goethe, Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, ya que algunos autores como Arnolfo Alfaro(2019) desconocen esta influencia y la trasladan exclusivamente a la otra obra de Goethe conocida como Las Desventuras del joven Werther.

I

Wolfgang Goethe.

La influencia de las ideas del destacado poeta, novelista, dramaturgo, científico y más grande hombre de letras alemán, Wolfgang Goethe(1749-1832) en G.W.F. Hegel (1770-1831) está reconocida y documentada, particularmente en la figura del alma bella, por varios autores, entre ellos, J. Labarriere(1985:168) y Jean-Michel Palmier, en su obra, Hegel (Breviarios F.C.E. 1971),quien confirma además el influjo de escritores como Novalis en su obra Los Himnos de la Noche y todo el periodo del romanticismo alemán, cuyo principal impulsor fue precisamente Goethe, centrado en el movimiento conocido como Sturm und Drang -«Tempestad e ímpetu»-,considerado el preludio del Romanticismo en Alemania(Wikipedia). Al respecto Richard Kroner(1981:37)-erudito y filósofo alemán neohegeliano- reconoce que Hegel en la primera parte de su edad viril fue un romántico entusiasta, que conoció el movimiento de Sturm und Drang, cuyas influencias conformaron su pensamiento. La mayoría de sus escritos juveniles están impregnados del espíritu de dicho movimiento. Entre estos escritos están: La Vida de Jesús, El Espíritu del cristianismo, La Positividad de la religión cristiana, Sobre la religión de los griegos y los romanos, etc.

El Alma Bella es una figura típica del romanticismo y es una expresión del cristianismo, que mantiene la separación entre lo temporal y lo intemporal, de allí que Hegel la descarta y se pronuncia a favor de la religión protestante que conserva la unidad finito-infinito.

En el conjunto de las obras de Goethe, su principal y más amplio difusor, dicha figura, se encuentra más explícitamente desarrollada en su novela Los Años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1774), considerada por Schopenhauer como una de las cuatro mejores novelas jamás escritas junto con Tristram Shandy, La Nouvelle Heloïse y Don Quijote.(Wikipedia).

Goethe desarrolla la noción del alma bella en el libro sexto de su novela, con el explícito título de <<confesiones de un alma bella>>(Editorial Sopena. 1979. pp. 289-331). En dicho texto Goethe narra la historia de una mujer con una sensibilidad muy especial que pasa por diferentes estados de ánimo. Su alma atraviesa diferentes experiencias y vivencias que luego la conducen a un estado superior de convivencia y comunión con Dios. Comenzó con una serie de inclinaciones propias del enriquecimiento espiritual, como lecturas a fondo de la Biblia, historia, religión, baile, idiomas, etc. y entró en cuenta que no tenía conciencia de lo que era su alma.<<Aquellas imágenes variadas de la vida mundana, que antes flotaban día y noche ante mis ojos se habían disipado. Principiaba a despertar mi alma>>(p.299). Más tarde comenzó una relación con un hombre-Narciso-lo cual le condensaba el espíritu y no estaba en contradicción en su relación con Dios. Sin embargo, llegó un momento que lo conveniente para ella era desvincularse de las cosas mundanas y dirigir su alma a Dios por entero.<<Hallé ante todo que la dirección regular de mi alma era perturbada por disipaciones locas y preocupaciones nacidas de cosas ínfimas>>(p.305). Más tarde tomó su decisión definitiva de renunciar a todos los placeres y las sensaciones íntimas (p.306). El mundo de Dios era para ella pequeño pero más interesante. <<Había buscado y encontrado el medio de dirigir mi corazón absolutamente hacia Dios>>(p.313). A partir de aquí comienza a entender que para acceder a Dios era necesario un estado muy particular del alma y ella posee los elementos y la energía creadora que se necesita. Al final el cuerpo tendrá menos preponderancia y aparecerá como un ser frágil y perecedero, frente al alma que siempre subsistirá porque es la imagen de Dios. En conclusión, es una búsqueda y evolución del alma para su comunión con Dios.(p.321).

II

La figura del alma bella ocupa un lugar muy importante en el sistema filosófico de Hegel, -tanto, que influyó en Marx y Feuerbach en el tema de la alineación y la religión(Vásquez E. 1993: 102)- y al someterla a la crítica, le permitió confirmar aspectos fundamentales de su sistema como la autoconciencia; la dialéctica del ser finito; el ser en sí y para sí; el concepto; la libertad; la ciencia; la acción; la alienación, etc, constituyendo lo que se conoce como <<conciencia desventurada>> que se identifica casi perfectamente con la noción de alma bella de Goethe.

El concepto de <<conciencia desventurada>> es contrario y ajeno al sistema filosófico hegeliano, ya que es la escisión entre lo particular y lo universal. Un ser trascendente-Dios- y un ser contingente. Este último es el singular no mediado, lo natural, que debe ser superado, pues debe contener dentro de sí lo universal, para poder realizar el espíritu, el concepto o autoconciencia. La <<conciencia desventurada>> no es eterna, sino un momento del desarrollo del espíritu.(Vásquez E. 1993: 106).

G.W.F. Hegel.

Hegel desde el prólogo de la Fenomenología parte de que lo importante es que lo verdadero se exprese no sólo como sustancia sino también y al mismo tiempo como sujeto. La noción de que el yo no era solamente una unidad simple, <<un yo igual yo>>, (A=A), como en la <<conciencia desventurada>>, sino algo que a su vez se proyectaba de antemano en lo otro de sí, es decir, que era <<sí mismo y lo otro>>(A=No-A),o que su sí mismo estaba configurado por la alteridad y por sí mismo. El sistema hegeliano impele a salir de esa identidad A=A, mediante el desarrollo de lo lógico, a través de la contradicción y la acción crear el concepto como un proceso histórico. Este proceso se cierra en el Saber Absoluto con el cual culmina la Fenomenología del Espíritu. Es la absoluta transparencia del objeto y también del sujeto. Y el absoluto hegeliano, la totalidad concreta, es la totalidad de las determinaciones, el ser pleno y diferenciado o autodeterminado.(Vásquez.E.2008:105).Lo verdadero es el concepto o la autoconciencia que es lo que explica todo el movimiento de toda realidad (Vásquez E.1982:179).

La idea en Hegel es justamente que nada cósico permanezca allí como no mediado, no transformado reflexivamente por el sujeto, lo que nos introduce en la noción de ciencia, cuyo significado para Hegel es haber eliminado por completo cualquier resto de coseidad no pensada. Esto no sucede en la <<conciencia desventurada>>, pues según nos dice Hegel en la Fenomenología, que con el alma bella, la autoconciencia se <<hunde en su refugio más íntimo>>,donde desaparece toda exterioridad (Yo=Yo), de tal manera que se pierde la esencia de toda conciencia, ésta se convierte en una figura pobre. Considerando este hundimiento de la conciencia<<se separa en la oposición entre sí y el objeto, que es para ella la esencia. Toda vida y toda esencialidad espiritual ha retornado a este sí mismo y ha perdido su diversidad con respecto al yo mismo>>(p.383).No tiene conciencia de sí y para sĺ.

De lo expuesto se puede concluir que el alma bella, es una fuga al vacío, en la cual se busca refugio. Ella renuncia al objeto y se dirige al vacío, al rechazar todo destino. Abandona todos los lazos terrenales, para no tener contacto con el mundo, y siempre ira al mismo fracaso. De allí su forma de <<conciencia desventurada>> que lleva al cuerpo a una nada, al renunciar al goce, la propiedad, las fuerzas y las capacidades.

III

Algunos tratadistas de este tema como Arnolfo Alfaro(2019) refutan a otros autores como Sax B.C. (1983. Citado por Arnolfo), en el sentido que la novela: Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, sirviera de inspiración a Hegel en el esbozo de su particular noción crítica del<<alma bella>> en la Fenomenología del Espíritu, como sostiene Sax. Este rechazo se basa en que Sax no presenta pruebas documentales que respalden su postura, ya que Hegel jamás se refirió al alma bella como un caso ejemplar de la figura del Espíritu mencionada y lo atribuye a una hipótesis de lectura de Sax. (Arnolfo Alfaro.2019: 79). Por su parte, Arnolfo Alfaro, opina que Hegel considera a Werther, protagonista de la novela, Las Desventuras del joven Werther, como un alma bella, apoyándose en que Hegel hizo esta referencia en su libro Lecciones sobre la Estética. (Arnolfo Alfaro. Ibid).

En el fondo esta polémica confirma de manera indudable la influencia de Goethe en Hegel en el tema del alma bella. En tal sentido, nuestra posición está al lado de los que afirman la preeminencia de la novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, como figura ejemplar para Hegel. Esto debido a que la descripción que allí se hace de dicha figura está más cercana a los planteamientos de Hegel, aun cuando este no menciona explícitamente ninguna de las dos novelas en cuestión en sus tratados de filosofía. La protagonista de Goethe en Wilhelm Meister, es un caso típico de escisión de lo particular y lo universal. Ella se concentra en la búsqueda de la unión con Dios. Deja las actividades mundanas para dedicarse sólo a Dios, lo cual la identifica con la concepción cristiana que Hegel criticó fuertemente. Así mismo, suscribimos el argumento de Sax de que la figura de alma bella armoniza con la critica hegeliano, ya que dicha figura <<juzga, pero no actúa>>, lo cual es una característica esencial de la <<conciencia desventurada>>.

En cuanto a la propuesta de Arnolfo Alfaro, no dudamos de la influencia de la obra Las Desventuras del joven Werther, en Hegel, pero no en la magnitud de Wilhelm Meister, ni que el Werther, sea tomado por Hegel como figura ejemplar del alma bella. Arnolfo utiliza también hipótesis de escritor cuando se vale del mismo argumento de Sax de que Werther <<juzga, pero no actúa>> para descartar su supuesta universalidad ante el mundo(2019: 79). También Arnolfo se apoya en supuestos para demostrar la escisión particular-universal de Wherter, cuando dice: <<Werther llega incluso a manifestar que es la reflexión de la infinitud divina. Con ello podría suponerse que se concibe a sí mismo como una universalidad más allá de las determinaciones de la vida cotidiana>>. (2019:87. Cursivas nuestras).

Adicionalmente, con respecto a los argumentos de Arnolfo, es importante agregar que en las obras más importantes de Hegel, no existe ninguna referencia explícita a las obras de Goethe. Aun cuando Arnolfo indica que Hegel menciona al Werther en su libro Lecciones sobre la Estética, cuya autenticidad está en cuestión, no señala las coordenadas bibliográficas respectivas, en cuanto a edición, año de publicación, página, etc, asi como para ninguna otra obra de Hegel relacionada con este punto. En tal sentido, hemos revisado nuestra edición de esta obra de Hegel que corresponde a Mestas Ediciones. Madrid, España. 2003, 281 págs. Prólogo de Valeria Sanhueza, quien aclara que <<Las lecciones sobre la estética, fueron publicadas después de la muerte de Hegel por su discípulo Heinrich Gustav Hotho, en 1834. A partir de entonces, el intenso debate sobre la autenticidad de esta obra como patrimonio del filósofo, gira en torno al carácter póstumo de la publicación>>. (p.5).Adicionalmente rastreamos dicha obra para ubicar las referencias a Goethe y encontramos 8, en total, situadas en las páginas: 98; 102; 110; 114; 143; 154; 258; y 268, y en ninguna se hace alusión a la obra Las Desventuras del joven Werther.

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