Anna Starobinets es una de las autoras más interesantes que he leído en los últimos años. Aunque Gatlántida se aleja de lo que suele producir (o de lo que hemos podido disfrutar de ella traducido, ya que la autora escribe originalmente en ruso), sigue siendo igual de especial leer algo de ella. Gatos, fantasía y viajes en el tiempo en un libro infantil que viene lleno de magia:

Baguette es un gato doméstico corriente. Le gusta sentarse en la ventana, observar los pájaros y hacer tres comidas completas al día. Pero ¿qué puede hacer un gato doméstico normal si se enamora de una hermosa gata callejera que tiene algunas exigencias extrañas y bastante peligrosas?

Baguette tendrá que viajar a través del Océano del Tiempo hasta la isla perdida de Gatlántida y encontrar la manera de salvar las siete vidas de todos los gatos antes de que sea demasiado tarde. Además, deberá burlar al malvado gato negro Noir, que también desea obtener la garra de la adorable Ronriana.

Dos libros de Starobinets llegan a España tras unos años de silencio, causado por el cese en la actividad de la editorial que solía traducirla, Nevsky, y por los vaivenes personales que la autora ha sufrido. Impedimenta traduce Tienes que mirar, un agridulce libro de no ficción en la autora ejerce de protagonista en una pesadilla personal: abortar en Rusia. Mucho más amable es Gatlántida, una novela infantil en que los gatos toman el protagonismo. Baguette quiere casarse y para ello tiene que llevar a cabo una hazaña: viajar en el tiempo hasta la Gatlántida y devolver las flores de las siete vidas a sus compañeros felinos. Un libro que a cada página deja una sensación dulce, un sense of wonder que desde la cubierta de Tomeu Morey ya se dilucida.

Confieso que nunca tengo muy claro cómo escribir la reseña de un libro infantil. Principalmente, porque no sé a quién se dirige esta. Los niños, está claro, no leen reseñas. ¿Los libreros? ¿Bibliotecarios? ¿Los padres? Dudo que nosotros, los adultos, tengamos realmente la capacidad de elegir por los niños. Ese público sabe lo que quiere, aunque no siempre sepa expresarlo. Lo que puedo decir de Gatlántida es que es una novela que despierta al niño que tenemos dentro. Como si fuera una versión (más) fantástica de Cats (aglutinando bajo este título tanto al musical de Andrew Lloyd Webber como los poemas de T.S. Elliot), la magia en Gatlántida es la forma natural en que lo normal se convierte en maravilloso. Su lenguaje es ágil, pero rico. Su acción frenética, pero hermosa. Starobinets demuestra que sabe cómo hablarle a los niños, o al menos a los niños que todos fuimos alguna vez, siendo que los niños serán los jueces últimos de este libro.

Gatlántida tiene todos los ingredientes: es interesante, dulce, agradable y mágico. Es una fábula llena de magia cuyo desarrollo resulta bello y divertido. Como adulto, uno entiende la prosa de la autora, reconoce en ella algunas de las claves que ya estaban en sus novelas de terror y ciencia ficción, pero dulcificado, al servicio del lector que quiere impresionarse, quiere disfrutar y dejarse llevar.

Nos llega traducida por Cristina Macía, lo que siempre es una certeza de calidad, y se edita bajo el sello Espiral Ediciones, que llega desde Dolmen y auspiciado por Jorge Iván Argiz y corregido por Rocío Orraca. Un placer de gente con la que trabajar (sé de lo que hablo). Y tampoco es casualidad: gracias al festival Celsius 232 (de los que los mencionados son muy responsables) hemos podido conocer en España a la autora, y no me extrañaría que la edición de este libro se hubiera gestado en un ambiente tan mágico y amable como el del festival de Avilés. Lo único que echo en falta son algunas ilustraciones interiores que redondeen una edición en tapa dura que, por otro lado, es realmente bonita.

Gatlántida me ha gustado como adulto pero, más importante, creo que gustará a los pequeños. Creo que es una buena baza para regalar a los niños que gustan de disfrutar de los clásicos (La historia interminable, El mago de Oz) y que quieren devorar las nuevas tendencias.

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