El proyecto bitBook, híbrido de libros analógicos y digitales, ha sido el ganador del concurso Open Call, organizado por INNPAPER, un proyecto europeo de investigación e innovación, financiado por la Unión Europea, que está desarrollando nuevas tecnologías electrónicas basada en papel con un enfoque reciclable, reutilizable y renovable, a través de nanofibras de celulosa que se utilizan para fabricar elementos electrónicos como baterías, pantallas, antenas y circuitos. La tecnología de bitBook en concreto ha sido diseñada por la startup griega AmphiLab, cuyo fundador es el ingeniero mecánico y aeronáutico y diseñador industrial Manolis Kelaidis.
Es cierto que los libros interactivos en papel ya existían en el mercado, principalmente en libros infantiles, pero su función resulta algo primitivo. La mayoría de ellos tienen páginas de cartón o utilizan sistemas como botones de plástico o códigos QR que requieren dispositivos externos para realizar la tarea. Sin embargo, los bitBooks utilizan una tecnología casi invisible, por lo que tienen un aspecto, tacto y olor idénticos a los de los libros normales, evitando cables o componentes de plástico de gran tamaño.
Estos dispositivos permiten a los lectores acceder a cualquier contenido digital simplemente tocando ‘enlaces’ impresos con tinta conductora en las páginas del libro. Tienen un módulo electrónico inalámbrico conectado a equipos cercanos, que hace que el libro forme parte del Internet de las cosas. Además, también pueden ser libros autónomos con todos los datos digitales almacenados e incorporados dentro de chips de memoria, utilizando dispositivos integrados para evitar la necesidad de equipos externos. Su uso, de cualquier forma, es intuitivo y permite que pueda ser utilizado por niños y personas que no se manejan con las tecnologías.
La tecnología de Amphilab es una gran innovación, especialmente para libros musicales y libros educativos y de entretenimiento para niños. Esto permitirá crear libros digitales para niños con dificultades de aprendizaje, como dislexia o espectro autista, que actualmente no están demasiado desarrollados.
En última instancia, esfuerzos como este podrían tener un impacto positivo en el medio ambiente, ya que este tipo de sistemas requieren menos plástico y metal en su proceso de fabricación que los dispositivos electrónicos tradicionales y, debido a su alta capacidad de reciclaje, el papel resultante se convierte en una alternativa ecológica muy valiosa. Su composición interna, a base de fibras de celulosa, permite modificar sus propiedades para infinidad de aplicaciones, como papel que conduce la electricidad, que absorbe o repele el agua o que soporta altas temperaturas sin quemarse.
No hay comentarios