«Scrapbook» significa «libro de recortes», aunque el concepto de «scrapbooking» es algo más amplio, ya que implica plasmar recuerdos, emociones o acontecimientos importantes con ayuda de fotografías, dibujos, anotaciones y todo tipo de adornos. No es un invento moderno ni mucho menos, como demuestra el libro de recortes que el presidente Thomas Jefferson tuvo a principios del siglo XIX para testimoniar su mandato en la Casa Blanca. Cualquier soporte puede ser válido para iniciarlo, incluso un cómic, como demuestra el inusual álbum de recuerdos que se ha encontrado en una vieja barbería en Estados Unidos.
El descubrimiento, hecho por Eric Oglander, que siempre comparte este tipo de hallazgos a través de su Instagram, es nada más y nada menos que un álbum de unos dieciséis kilos, que un barbero, I.A. Persinger, comenzó a escribir en 1928 en el Bungalow, una barbería en Fredonia, Kansas. El volumen, que originalmente contenía cómics, incluye ideas escritas a mano del propio barbero y de sus clientes que son un testimonio muy valioso sobre la vida durante la Gran Depresión. Muchas de sus páginas muestran dibujos y mensajes escritos entre las viñetas, debajo o incluso sobre ellas, desde absurdas rimas hasta observaciones metafísica sobre el universo. Parece que a Persinger le entusiasmó su álbum, porque cuando llenó todas las páginas del libro original comenzó a añadir más páginas, hasta llegar a más de ochocientas.
Hoy, casi cien años despiés, el libro de recuerdos de Persinger ha encontrado un nuevo hogar, uno que su creaador seguramente nunca habría pensado: entre los manuscritos y libros raros de la biblioteca de la Universidad de Columbia. Este insólito álbum fue adquirido por Karen Green, conservadora de cómics y dibujos animados de la biblioteca, cuya colección hace que obras que fueron creadas en principio para divertir sean dignas de estudios serios.
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