Los fusilamientos del tres de Mayo de Goya (Fuente).

Imagina la siguiente situación. Te ponen frente a un pelotón de fusilamiento como castigo por un delito grave. Diez tiradores expertos están alineados frente a ti, cada uno con su rifle cargado y apuntando a tu cabeza. Aprietas los dientes, cierras los ojos y te preparas lo mejor posible para enfrentar tu aparentemente inevitable muerte. La explosión de los diez fusiles resuena en tus oídos… pero sigues vivo. Con asombro y recelo, abres los ojos para descubrir que los diez tiradores han fallado. Sorprendentemente, el líder del escuadrón, en un arrebato de misericordia, decide dejarte ir.

Reflexionando sobre lo que ha pasado, se presentan dos opciones. La primera sería, lógicamente, intentar buscar una explicación sobre lo que acaba de pasar. La segunda, encogerte de hombros, no volver a pensar más en ello y volver con tu vida, pensando que todo ha sido una simple coincidencia.

Después de decidir descartar el azar ciego y tratar de explicar lo ocurrido, se presentan dos posibilidades. Una es que un millón de disparos tuvieron lugar el mismo día en que sucedió tu fusilamiento. Si las posibilidades de que diez tiradores expertos fallen su objetivo todos al mismo tiempo son de una entre un millón, entonces, si ha habido un millón de disparos, tal vez podría ocurrir que tu fusilamiento es esa en la que se produce el fallo. Así, aunque tienes una suerte extraordinaria, es posible explicar el escenario. La segunda posibilidad es que ese día solo tuviera lugar tu fusilamiento, lo que nos lleva a pensar que ha pasado algo raro. Tal vez se les dio órdenes a los tiradores para que fallaran, o la munición era de fogueo, o algo así. En este caso, habría una intencionalidad o un diseño detrás de lo ocurrido.

La historia del pelotón de fusilamiento presenta una analogía con la creación del universo. Sabemos, por la ciencia, que las constantes físicas necesarias para producir el universo están dentro de un rango de valores infinitesimalmente pequeño. La mera existencia de un universo desarrollado y estable como el nuestro es intrínsecamente improbable. Teniendo en cuenta esto, hay dos opciones: que existan un millón de universos o que detrás del que conocemos haya una intención o un diseño. La primera posibilidad nos lleva al multiverso, la hipótesis de que el nuestro es solo uno de los muchos universos que existen en paralelo. La segunda sugiere la existencia previa de una entidad con la capacidad suficiente como para planificar la creación de algo tan complejo.

Comentarios

comentarios