El compositor de El lago de los cisnes es una de las figuras más misteriosas de la música clásica. A pesar de que el genio fue muy discreto en lo que a su vida personal se refiere hoy, 128 años después de su muerte, se ha convertido en centro de polémicas comprometiendo a la ley de propaganda homosexual rusa. ¿Tchaikovsky era gay?

Empecemos por el comienzo. ¿Quién era realmente Piotr? Lo cierto es que, aunque hoy se le considera un emblema de la historia rusa, el genio nunca se sintió especialmente vinculado a su tierra. De alguna manera fue un incomprendido dentro de las fronteras de la tierra que le vio nacer. Sus composiciones hoy constituyen un patrimonio cultural a nivel global y, aunque a nivel de ritmo cuentan con claras influencias del patriotismo ruso, él nunca llegó a sentirte ruso del todo, al menos no desde una perspectiva tradicionalista.

De hecho, podríamos decir que logró hacer despegar su carrera gracias a un mecenas extranjero del que, según revelan algunas de sus cartas, se enamoró.

Gracias a ellas hoy podemos saber que cuando caía el telón y la función terminaba, su figura intelectual y genuina se transformaba en alguien que hoy sigue generando polémicas. Más allá de la apariencia que el artista quiso construir, existía un hombre tremendamente femenino que sintió un amor casi obsesivo con su madre (quien al morir, le sumió en un profundo vacío) y que, además, era abiertamente homosexual.

Las cartas prohibidas de Tchaikovsky

Así lo ponen de manifiesto las cartas que escribió Piotr a puño y letra y en las que ponía de manifiesto sus deseos prohibidos por otros hombres, algunos de ellos, amigos con los que se relacionaba a diario.

Esta dimensión más humana del célebre compositor ha tratado de reprimirse e invisibilizarse durante mucho tiempo dentro de Rusia. No olvidemos que el país es uno de los más homófobos que existen en el mundo y uno de los que presentan un rechazo claramente institucionalizado hacia la homosexualidad (la ley contra la propaganda LGBT es sólo un ejemplo de los muchos recursos legales que implementa para silenciar y oprimir a aquellas personas que se salen de la estricta heteronormatividad) .

El hecho de que Piotr Tchaikovsky, uno de sus símbolos nacionales históricos más importantes, se revele como homosexual, genera un sentimiento de vergüenza generalizado por lo que intentan una y otra vez reinventar la vida personal del genio y cuestionar la autenticidad de sus cartas.

En total, su correspondencia asciende a más de 5.000 cartas que se conservan en el interior de la Casa Museo Estatal Tchaikovsky, en Moscú. Marina Kostalevski es la autora de un libro que revela el contenido de las mismas:

“Dios santo, qué criatura tan angelical, cómo echo de menos ser su esclavo, su juguete, su propiedad”, relató el compositor en una de ellas hablando de uno de sus sirvientes domésticos. La autora incluye algunas de las anécdotas más oscuras de su vida sexual oculta y afirma que tenía un sentido del humor “descarado”.

En otro fragmento, Piotr narra que le ofreció dinero en efectivo a un joven “de belleza impresionante” a cambio de que mantuviese relaciones sexuales con él, a lo que éste se negó y según declara el artista “lo hacía por amor al arte, porque le encantaban los hombres con barba”.

Junto a estas confesiones, también figura uno de sus fetiches: El voyeurismo. De hecho afirma que lo practicaba con su amigo Petashenka. Según cuentan sus propias letras, juntos se reunían en su apartamento para espiar a los cadetes que formaban filas en el cuartel. Entre sus conversaciones secretas también figuran algunas con su hermano Modest (abiertamente homosexual) o las que mantenía con amantes como Iosif Kotek (uno de sus alumnos) o su compañero Aleksey Apujtin.

Esta información ha sido negada de forma frontal en innumerables ocasiones por Vladimir Medinsky, ministro de cultura. En realidad los esfuerzos para desmentir su veracidad han sido bastante variados. Uno de ellos adquirió forma de película biográfica que ocultaba esta dimensión de su vida. No obstante, no es algo extraño. No olvidemos que reflejar relaciones homosexuales en los medios de comunicación rusos es algo penado por la ley y, dentro de un proyecto de financiación estatal, es algo que está totalmente descartado.

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