Aunque finalmente la lectura digital no ha conseguido desbancar al tradicional libro de papel, no cabe ninguna duda de que a este tipo de formatos le queda una larga vida por delante. Prueba de ello es la gran cantidad de aplicaciones que existen tanto en la Play Store como la la App Store para leer libros electrónicos, además de la enorme cantidad de páginas que ofrecen descargas de libros, ya sean gratuitos, en préstamo, de pago o en streaming. Una de las aplicaciones más interesantes es eBiblio, que permite el préstamos de libros de la red de bibliotecas públicas de España. No es, sin embargo, la única opción. Uno de los formatos más subestimados, pero no por ello menos ventajoso, a la hora de leer libros digitales es el PDF.
Pero, ¿qué es el formato PDF? Sus siglas significan «Portable Document Format» y es un tipo de archivo utilizado para mostrar documentos en formato electrónico independientemente del software, del hardware o del sistema operativo en el que se visualicen. Desarrollado originariamente por Adobe® Systems como un formato de archivo universalmente compatible, se ha convertido en un estándar internacional para el intercambio de documentos y de información.
Una de las grandes ventajas del formato PDF es que muestran el mismo contenido y diseño sin importar en qué dispositivo, sistema operativo o aplicación se visualice. Además, permite integrar varios tipos de contenido, como texto, imágenes, gráficos, vídeos, animaciones, archivos de audio, campos interactivos, hipervínculos o botones. Todos estos elementos pueden combinarse dentro de un mismo archivo PDF. Por otra parte, todo ese contenido se puede configurar según diferentes niveles de acceso, lo que permite protegerlo, añadiéndole elementos como marcas de agua, contraseñas o firmas digitales. Aunque en teoría pueden contener una cantidad ilimitada de información, se pueden comprimir en un tamaño de archivo que sea fácil de intercambiar, manteniendo el control total sobre el nivel de calidad de la imagen. Por último, y como punto fuerte de este formato, existe una gran cantidad de páginas que ofrecen de forma gratuita inmensas cantidades de libros de dominio público.
Un detalle que hay que tener muy en cuenta a la hora de manejar archivos PDF es que no los hay de diferentes tipos y que si es necesario buscar o extraer alguna información en concreto habrá que adaptarse al tipo de archivo. En ocasiones, dependiendo del formato, pueden ser muy difíciles de editar y buscar o extraer información de ellos pueden convertirse en todo un desafío. Básicamente, se pueden clasificar en tres tipos diferentes, que dependerán de la forma en la que se originó el documento. Esto es tan importante que de ello dependerá si se puede acceder al contenido del PDF o si está bloqueado como si fuera una imagen.
Los PDF que se han creado digitalmente con algún software como Microsoft® Word® o Excel®, mediante la función de «impresión», se componen de texto y de imágenes. En estos archivos se puede seleccionar, editar o eliminar texto de forma similar a como se haría en otros formatos editables. Así mismo, las imágenes se pueden cambiar de tamaño, mover o eliminar. Por otra parte, existen los documentos que provienen de una imagen o de una captura de pantalla, lo que hace que el contenido se bloquee como si fuera una instantánea. Dichos documentos contienen solo las imágenes escaneadas o fotografiadas de las páginas, sin capa de texto subyacente. Como consecuencia, en estos archivos no se puede buscar ni su texto se puede modificar o marcar, a no ser que se utilice una aplicación de reconocimiento óptico de caracteres, que agregan una capa de texto debajo de la imagen de la página.
Precisamente su capacidad para adaptarse a todo tipo de sistemas operativos y dispositivos, manteniéndose idéntico, es lo que hace que este formato tenga un gran potencial para leer libros digitales, evitando los engorrosos cambios de formato. Existe una enorme variedad de aplicaciones, de gran calidad, para poder leerlo, como PDFelement, Aldiko Book Reader, Ibooks (lector predeterminado de Apple para macOS X), Kindle o Google Play Books, entre muchos otros. Una última opción, fácil y al alcance de cualquiera, es usar la aplicación que venga instalada por defecto en el dispositivo electrónico que vaya a utilizarse para leer. De cualquier forma, no conviene subestimar el enorme potencial que tiene este formato si se ha optado por la lectura digital de un libro.
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