
Suelta de 1001 globos azules, la «sculpture aérostatique» de Yves Klein (Fuente).
Antes de que los NFT revolucionaran el mundo del arte, el pionero del arte conceptual Yves Klein ya estaba vendiendo obras de arte invisibles a cambio de oro. Entre 1959 y 1962, año de su muerte, Klein estuvo vendiendo lo que el denominó «Zonas de sensibilidad pictórica inmaterial», que eran obras de arte invisibles, aceptando como pago únicamente lingotes de oro. Ahora, seis décadas después, uno de los recibos que hizo por ese pedazo de nada se ha vendido por más de un millón de dólares en una subasta.
Aunque Klein vendió numerosas «zonas» invisibles, por lo que en su momento hizo una gran cantidad de recibos, uno por cada transacción. Sin embargo, en la actualidad existen muy pocos recibos, ya que el artista animó a sus compradores a quemarlos como parte de un ritual en el que se vinculaban a los propietarios con la obra. Además, como parte de ese ritual, Klein arrojó la mitad de los lingotes al Sena, mientras se quemaban los recibos.
Más tarde Klein usó parte del oro que no arrojó al Sena para su serie Monogolds y guardó pan de oro de las primeras cuatro ventas en un relicario anónimo dedicado a Santa Rita, la patrona de las causas perdidas. Entregó la ofrenda a las monjas de un convento italiano dedicado al santo y se mantuvo en el anonimato hasta que un terremoto destruyó los frescos históricos del concepto en 1979.
Uno de los recibos que no fue quemado pertenecía al comerciante de antigüedades Jacques Kugel, como comenta Taylor Dafoe en Arnet. Este recibo, que se ha exhibido en importantes instuciones europeas como la Hayward Gallery de Londres o el Centro Pompidou de París, fue comprado por el ex galerista Loïc Malle, que finalmente la puso en subasta junto con más de cien artículos de su colección privada.
Como explica Oscar Holland en CNN, el recibo, que tiene poco más de 20 centímetros de ancho y fue diseñado para parecerse a un cheque bancario, está firmado por Klein y fechado el 7 de diciembre de 1959. Según el documento, su propietario posee una «Zona de sensibilidad pictórica inmaterial».
«Hay quien ha comparado la transferencia de estas zonas y la invención de los recibos con un antepasado de los NFT», escribió Sotheby´s en su catálogo de subastas. Para rendir homenaje a esa conexión, la casa de subastas aceptó por primera vez pago en criptomonedas. La venta superó con creces el importe que se había estimado, entre trescientos mil y quinientos cincuenta mil dólares. Lo que pagó el comprador, que según Sotheby´s es un «coleccionista privado europeo», es 1,2 millones de dólares.
No hay comentarios