Catorce ventanas nos observan desde el desamparo de un paisaje, nada la rodea, parece pertenecer a un pueblo fantasma donde el tiempo parece haberse detenido esa sensación de abandono viene también remarcada por unas vías de tren donde parece que no pasa ninguno desde hace mucho. La casa sigue en pie hoy en día, en un pueblo del condado de Nueva York, Haverstraw.
Este lienzo fue pintado por el artista americano Edward Hopper en 1925, marcando un antes y un después en la carrera del pintor, hasta el momento Hopper no había tenido demasiada suerte ,apenas podía vivir de su trabajo, sin embargo este cuadro le cambió la vida, aquella casa desolada le abrió las puertas del arte hasta tal punto que no tardó demasiado en vender la obra a uno de los grandes coleccionistas de arte de EE.UU, Stephen Clark.
En 1960 otro artista en este caso del mundo del cine se fijó en ella para llevarla a la gran pantalla, Alfred Hitchcock la convirtió en la protagonista absoluta de su famosa película “Psicosis”.
Nunca antes una casa había plasmado con tanto acierto el espíritu de su morador.
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