Como hemos dicho anteriormente, las tarjetas navideñas victorianas pueden ser muy espeluznantes, con ranas asesinadas o pájaros empuñando antorchas. Ahora bien, una imagen que se repite una y otra vez es especialmente extraña, especialmente desde la década de 1880: el pájaro muerto. ¿Qué significa exactamente?
Para entender por qué alguien querría enviarle a un amigo o familiar una tarjeta tan extraña como esa, hay que ponerse en la mente de una persona del siglo XIX. La muerte era un elemento muy presente en la vida cotidiana, como podemos ver en otras costumbres de la época, como pueden ser los retratos póstumos. La imagen de pájaro muerto en la nieve podía ser entendida como un recordatorio de los menos afortunados en referencia a los niños pobres que mueren de frío en Navidad.
Sin embargo, no necesariamente podían tener solo esa lectura. Según Collectors Weekly, esas aves que aparecen muertas a menudo son petirrojos y reyezuelos y que matar a estas aves formaba parte de un ritual de buena suerte realizado a finales de diciembre. De hecho, la equivalencia al día de San Esteban, el 26 de diciembre, en Irlanda se conoce como Día del Reyezuelo. Recibir una tarjeta con el pájaro muerto podía tener simplemente la intención de desear alegría y buena suerte en el año nuevo.
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