Nuestra vida cotidiana es más agitada que nunca, y la pandemia mundial ha provocado un incremento de la actividad en línea en áreas como el comercio minorista, la comunicación, el entretenimiento y otras. Dado que ahora más que nunca recurrimos a la tecnología, es un momento idóneo para recuperar el control sobre la cantidad de información que se extrae de nosotros en línea, y para reflexionar sobre qué hacen estos datos.

No respetar las medidas de seguridad también puede tener consecuencias económicas y dañar tu reputación o tu negocio. Por lo tanto, presta atención a los siguientes consejos para aumentar tu seguridad en Internet.

Utiliza contraseñas seguras y cámbialas periódicamente

Es habitual que la gente utilice las mismas contraseñas para varias cuentas en varios sitios. Por ejemplo, puedes tener la misma contraseña para Facebook y para el casino en vivo. Pero esto hace que sea más fácil entrar en tus cuentas si un hacker ha descubierto una de tus contraseñas. Para evitar que te pirateen, utiliza contraseñas seguras y únicas para cada cuenta.

Otro paso importante para mantenerte seguro en Internet es cambiar tus contraseñas con regularidad: cada 3-4 meses suele ser una buena regla. Esto ayudará a reducir las posibilidades de que alguien rastree tu información de inicio de sesión simplemente recopilando datos de sitios web o cuentas previamente comprometidos.

Empieza a usar una VPN y un cortafuegos

Las VPN son una excelente forma de mantenerte seguro en Internet. Al cifrar tu tráfico, una VPN te ayuda a protegerte de los ciberataques. Además, al conectarte a una VPN a través de un servidor seguro, te aseguras de que tus datos no sean interceptados mientras están en tránsito.

Con los cortafuegos, puedes protegerte de las amenazas en línea; actúan como un muro que bloquea la entrada de virus y programas maliciosos en tu ordenador o red.

No accede a redes no seguras sin software de seguridad

Una red no segura es otro nombre para el Wi-Fi gratuito y no regulado. Por lo general, utilizarás una red no segura si te conectas al Wi-Fi gratuito de un restaurante, un centro comercial o cualquier otro espacio público. Aunque puede ser cómodo, recuerda que no está regulado por nadie y, por tanto, puede ser inseguro.

Siempre compra en sitios seguros

Las tiendas de compras en línea a menudo acceden a información financiera y de identificación crítica. Si facilitas estos datos a personas malintencionadas, pueden venderlos o utilizarlos para actividades fraudulentas.

Antes de comprar en una tienda de comercio electrónico, asegúrate de que el sitio tenga una conexión encriptada. Asimismo, asegúrate de que la empresa tiene buena reputación y un servicio de atención al cliente fiable. Estas precauciones pueden impedir que los ciberdelincuentes accedan a la información de tu cuenta bancaria o tarjeta de crédito.

Activa la autenticación de dos factores

Cada vez más servicios en línea adoptan la autenticación de dos factores. Siempre que sea posible, deberías activarla.

La autenticación de dos factores aumenta el nivel de seguridad de una cuenta, permitiendo que sólo los usuarios verificados accedan a la información. Al principio, el usuario introduce su nombre de usuario y contraseña como de costumbre. Entonces, en lugar de obtener acceso inmediatamente, se te pedirá que proporciones información adicional.

Mantén tus dispositivos y software actualizados

Las actualizaciones de software suelen incluir importantes parches de seguridad, por lo que es importante mantener al día tus dispositivos y software.

Esto incluye el sistema operativo de tu ordenador, tus teléfonos y tabletas, y cualquier aplicación o programa que utilices.

Guarda tus datos de forma regular

Guardar tus datos con regularidad debería ser un acto reflejo. Puede ser útil en caso de mal funcionamiento del hardware o de un virus. También te hace menos vulnerable a los ataques de ransomware, que han aumentado desde la pandemia.

Puedes guardar copias de seguridad en un almacenamiento externo que mantengas separado de tu ordenador, o en la nube. Los expertos recomiendan aplicar la estrategia 3-2-1: tres copias de tus datos en dos tipos distintos de almacenamiento y una copia guardada en una ubicación diferente.

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