Javier Marías.

Javier Marías, gran escritor, profesor y traductor español. Autor de excepcionales dotes para la narración y la reflexión literaria. Objeto de galardones y reconocimientos en toda su abundante producción literaria, dentro de la cual se inscribe la novela Todas las almas (1989). En esta novela el narrador es un profesor español que cuenta sus experiencias como docente durante su estancia en la ciudad de Oxford. Este hecho coincide con la actividad docente ejercida por Javier Marías en una etapa anterior, cuando pasó dos años en dicha ciudad, en calidad de profesor en la Universidad de Oxford, unido a esto que en su técnica literaria<<el empleo de la primera persona narrativa, que ya será un rasgo definitorio de su estilo literario y, por otro, el hecho de que Marías había contado como propias experiencias que luego son pasadas por el tamiz ficcional, llevaron a que lectores y crítica considerarán Todas las almas un ejemplar bien acabado de novela autoficcional>>(Navarro Sandra.2007).

Pero además de esta técnica narrativa, Marías nos sorprende con otra, la técnica no verbal o lenguaje corporal. Es el poderoso lenguaje no verbal de nuestros ojos que se convierten en pequeñas ventanas visuales a través de las cuales se asoma nuestra alma y deja entrever nuestros sentimientos con mayor o menor intención. Entre el tipo de miradas más comunes existen, la mirada de reojo; mirada por encima de las gafas; mirada escaneo; mirada morbosa; mirada de decepción; mirada de culpa; miradas que enamoran; miradas vacías. Desde el punto de vista de la programación neurolingüística, que también atiende la dirección de la mirada, los ojos son como claves oculares y la manera de obtener información a través de lo que observan (Oftalvist.es/blog. 2022). En tal sentido nos dice un especialista:<<el lenguaje no verbal puede comenzar en una mirada y acabar en todos nuestros movimientos, constituyendo la mayor parte de la información que podemos transmitir(…..)Nuestros ojos no mienten: ellos son el espejo del alma>>(Medina Gómez, C. 2019).

La mayoría de los personajes de Javier Marías en esta novela se caracterizan y manifiestan sus sentimientos y emociones a través de los tipos de miradas más comunes y la expresión de sus ojos. El autor a través de la mirada entre sus personajes, infunde confianza, rechazos, estados de humor, seducción, situaciones incómodas, desafíos, odio, o si la persona está pensando, recordando o manteniendo un diálogo interno.

Marías comienza expresando el tema de la mirada de manera general para el caso de Inglaterra: <<En inglaterra, como es sabido, apenas se mira, o se mira tan velada e intencionalmente que siempre cabe la duda de quien este en verdad mirando lo que parece mirar, tan opacos saben tornarse los ojos en su actividad natural. Por eso una mirada continental, por ejemplo la mía, puede provocar perturbación en la persona mirada>>(p.42)

Luego utiliza este recurso para construir varios de sus personajes, entre ellos:

-Will: <<Un anciano portero del edificio. Nunca he visto una mirada tan limpia–desde luego no en mi ciudad, Madrid, donde no existen miradas limpias–, como la de aquel hombre de casi noventa años, menudo y pulido; vestido invariablemente con una especie de mono azul(….)de mirada confiada y ufana (….) de inmensa sonrisa y un brillo en su mirada tan afectuosa>>.(p.9-10).

-Clara Bayes, un personaje de mucho peso e importancia en la novela:

<<Clara Bayes, en aquella mi segunda high table, me observaba de reojo desde el otro lado de la mesa, casi enfrente de mi, entre divertida y compadecida>>(p.40)

<<Debo decir que así como Clara Bayes me observaba de reojo con una mezcla de burla y conmiseración, yo también la observaba a ella con mucho agrado>>(p.42).

<<Pues bien, si mi mirada–yo mismo lo notaba–estuvo a partir de un momento dado llena de admiración sexual hacia Clara Bayes, la del warder lord Rymer fue, de lascivia feroz e indisimulada hacia Clara Bayes también>>(p.43).

<<Entonces yo miré abiertamente el rostro de Clara Bayes y, sin conocerla, la vi como alguien que pertenecía ya a mi pasado>>(p.51).

<<Así me miraba Clara Bayes, como si conociera mi infancia en Madrid(p.52)

<<Clara Bayes había seguido hablando con la mirada cada vez más perdida o más fija. Pues esa es la mirada misma de la rememoración y el relato>>(p.123).

-El niño Eric, y Dayanad, dos personajes importantes del relato, leemos:

<<En los ojos oscuros y azules del niño Eric vi la sensación de descenso que todos los hombres sienten más pronto o más tarde (p. 111) En esos ojos azules y oscuros que los tres tienen –Clara Bayes su padre y su hijo– Yo vi las aguas azules de ese río brillante y claro en la noche el río Yumuna>>(p. 112)

Dayanad

<<Era un hombre de cuidado según había podido ver en su mirada ígnea según pude ver durante aquella high table(….) sus ojos no tenían velo, venían del Mediodía como venían los míos>> (p. 116). <<La mirada de Dayanad era insostenible, y cada vez que mi vista se cruzaba con ella no tenía más remedio que volverla hacia Halliwell>>(p.45).

Con esta novela, Javier Marías confirma el estilo autoficcional en la literatura, con énfasis en el uso de la primera persona narrativa, enriquecido con la crónica de sus propias experiencias y los preceptos de la programación neurolingüística.

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