A menudo la iluminación de los manuscritos medievales es incluso más interesante que el propio contenido de los documentos porque si se sabe leer entre líneas revelan información fascinante sobre la manera que tenía de concebir el mundo el hombre medieval. Un ejemplo sería el combate de caballeros contra caracoles, una imagen que aparece en los manuscritos entre los siglos XIII y XV.

Estas representaciones comenzaron a aparecer por primera vez en manuscritos iluminados del norte de Francia aproximadamente hacia la última década del siglo XIII y que terminó apareciendo también, años después, en manuscritos flamencos e ingleses. Estas ilustraciones, que normalmente no tienen nada que ver con los textos junto a los que aparecen, representan a caballeros pertrechados con diferentes armas (desde espadas y hachas hasta mazas y palos e incluso tenedores) que se enfrenta a un caracol de tamaño variable.

A medida que las representaciones de los combates contra caracoles se fueron haciendo populares en los manuscritos, se convirtieron en un elemento más de la imaginería medieval, pudiendo aparecer en otros ámbitos. Un ejemplo serían los paneles decorativos, de alrededor de 1310, de la entrada principal de la catedral de Lyon, en Francia, que muestran cómo varios caballeros se enfrentan a caracoles (uno de ellos con cabeza de perro).

Nadie sabe exactamente qué significaban estas batallas entre caballeros y caracoles y por qué se hicieron tan famosas en la Edad Media. Una teoría defiende que estas representaciones servían para introducir un toque de gracia en unos manuscritos que pocas concesiones hacían al humor. Al fin y al cabo, en algunas de estas imágenes vemos a un guerrero arrodillado y rendido ante un diminuto caracol, vemos a una dama suplicando al caballero que desista de tamaña empresa o vemos, incluso, justas en las que además de caracoles hay implicados otros animales como perros, ratones, conejos o monos. Casi podemos imaginar al lector medieval deteniéndose un momento en la lectura del manuscrito, mirando la escena y riéndose.

Además de la interpretación humorística existe otra posible lectura de estas extrañas imágenes. Durante la época medieval los caracoles eran animales reconocidos por su fuerza inusitada, puesto que eran capaces de llevar su casa a las espaldas. La confrontación con caracoles podía representar, por tanto, una prueba de fortaleza y valentía.

Como muchos otros temas propios de las iluminaciones del siglo XIII, este tema fue desapareciendo gradualmente con el paso del tiempo, aunque vuelve a reaparecer brevemente en algunos manuscritos medievales de finales del siglo XV.

Comentarios

comentarios