La caída de Númenor, que aparece en castellano de la mano de Minotauro y que edita Brian Sibley, con ilustraciones de Alan Lee, parece venir a poner un poco de orden en la Segunda Edad de la Tierra Media, la gran obra magna de J.R.R. Tolkien, y a reconciliar a los fans tras la polémica serie Los anillos de poder.
J.R.R. Tolkien describió la Segunda Edad de la Tierra Media como una «edad oscura, y no se cuenta (o no es necesario) mucho de su historia». Y durante muchos años, los lectores tendrían que contentarse con los tentadores atisbos que se encuentran en las páginas de El Señor de los Anillos y sus apéndices, incluida la forja de los Anillos de Poder, la construcción de Barad-dûr y el surgimiento de Sauron.
No fue hasta que Christopher Tolkien publicó El Silmarillion después de la muerte de su padre que se pudo contar una historia más completa. Aunque gran parte del contenido del libro se refería a la Primera Edad de la Tierra Media, al final había dos obras clave que revelaban los tumultuosos acontecimientos relacionados con el auge y la caída de la isla de Númenor.
Surgido del Gran Mar y regalado a los Hombres de la Tierra Media como recompensa por ayudar a los angelicales Valar y los Elfos en la derrota y captura del Señor Oscuro Morgoth, el reino se convirtió en un centro de influencia y riqueza; pero a medida que aumentaba el poder de los Númenóreanos, inevitablemente se sembraría la semilla de su caída, que culminaría en la Última Alianza de Elfos y Hombres.
La aparición de material de Tolkien, incluso cuando este no es exactamente nuevo, siempre es motivo de alegría. Recuerdo que leí por primera vez El hobbit y El señor de los anillos con once o doce años, el mismo verano en que leí La historia interminable. Se acababa de estrenar la primera película de la trilogía de Jackson, y estaba ávido por conocer la historia completa. Sumergirse en los escritor de Tolkien es una aventura en sí misma: estas dos obras (la trilogía por un lado, las aventuras de Bilbo por el otro) están llenas de épica, de acción y de magia, pero también dibujan un mundo al que apenas nos asomamos en sus páginas. Tolkien pasó su vida perfeccionando la historia de la Tierra Media, como si de un arqueólogo más que de un escritor se tratara; descubriendo época de esplendor y de sombra; guerras, amores, alianzas y traiciones. Todo ello, más o menos, vio la luz tras su muerte en la forma del libro El Silmarillion.
Pero mucho se quedó por el camino.
La caída de Númenor es, ante todo, una labor editorial. Esto queda bien claro en el prólogo, pero también en las múltiples notas e introducciones que pueblan sus páginas. Es un compendio de diferentes escritos que Tolkien dejó atrás, en diversos estados de redacción, y que han ido viendo la luz de forma desordenada aquí y allá. Lo que Brian Sibley parece pretender es dar una versión definitiva, canónica y revisada, de algunos de los sucesos clave de la Segunda Edad y de la Caída de Númenor. Todo ello, casi a tiempo para la serie.
Y es que es difícil hablar de este libro sin hablar de la serie de Amazon, por dos razones: la primera es que no hace falta ser un lince para ver la estrategia de marketing detrás de esto. Númenor es una de las piezas clave de la producción, por lo que este libro viene a ser el reclamo para los espectadores. Y, por otro lado, porque la serie se aparta sustancialmente de los eventos aquí narrados. Pero que sujeten las riendas de sus caballos iracundos los lectores: esto no se va a convertir en una crítica a la serie. Porque no quiero hacerla y porque, aún gustándome tanto la obra de Tolkien, disfruté muchísimo con la serie.
Y si alguien es capaz de tomarse una serie de televisión tan enserio como para discutir con desconocidos por ella… bueno, entonces no estamos en la misma trinchera. Y mejor para mí.
La caída de Númenor es uno de estos compendios que, cada poco tiempo, aparecen y se dejan querer. Por un lado, no se nos da nada nuevo: todo lo que aquí se lee ya lo hemos leído antes. No ha aparecido un arcón secreto que el buen profesor Tolkien había escondido y que narra sucesos nunca antes descubiertos de la Tierra Media. Pero la labor editorial de juntar todos estos legajos y darles una forma, un estudio, trata de que correspondan a una cronología… bueno, la labor es encomiable. Y el resultado, en mi opinión, excelente. Ciertamente no es esta la lectura más amena y épica. Como sucedía ya con El Silmarillion, La caída de Númenor tiene casi más de texto enciclopédico que de novela como tal. Forma parte de los escritos que quizás Tolkien nunca pretendió publicar tal cual, sino de apuntes mismos que le servían de guía para componer su mundo y dejar que las tramas se desarrollaran. Quizás aquí podemos ver tanto de la cuestión enciclopédica de la historia que se articula, que resulta difícil lograr la sensación de que se está leyendo una novela. Si esto es lo que busca el lector, recomiendo mejor la lectura de Los hijos de Húrin. Lo que hace Brian Sibley, con ayuda de los textos que Christopher Tolkien fue recopilando, es darle a la Segunda Edad un sentido cronológico y una estética cohesionada, rellenando con reflexiones propias e investigaciones los espacios huecos. Si lo que busca el lector es, como parece que el reclamo del marketing nos quiere hacer pensar, una narración que apoye el visionado de la reciente serie, este no es su libro. Esta es una delicatessen para amantes de la Tierra Media, para conocedores de la obra de Tolkien y entusiastas de la Tierra Media. Todos los demás, me temo, encontrarán demasiado árida su lectura.
La bonita edición en tapa dura se completa con una correcta traducción por parte del equipo de Minotauro y las irrepetibles ilustraciones de Alan Lee, que le ha dado vida a la Tierra Media en múltiples ocasiones a través de sus lápices, y que echa el resto aquí con once ilustraciones a color (y otras tantas en blanco y negro) que resultan, sencillamente, deliciosas.
Si quien lea esta reseña odió la serie de televisión y se erige en incansable guardián del canon de Tolkien (signifique eso lo que signifique), este es tu libro. Si disfrutaste (como yo) con la citada, este tambíén es tu libro. Si no te gustan las polémicas y solo eres un gran fan de Tolkien, échate en brazos de estas páginas sin dudarlo. Y si solo viste las películas y andas en busca de una puerta de entrada al universo de la Tierra Media, corre a por El hobbit y haz las cosas bien: empieza por el principio.
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