Cinematógrafo Volta (Fuente).

A principios del siglo XX, la demanda de películas era cada vez mayor y comenzaron a surgir cines por todo el mundo. Después de visitar Triestre, el escritor James Joyce estaba decidido a abrir un cine en Dublín. Con la ayuda de sus amigos italianos, Joyce creó el Cinematógrafo Volta en Mary Street, que abrió sus puertas el 20 de diciembre de 1909. La noche inaugural contó con un programa ecléctico: la comedia El cangrejo endiablado, el misterio El castillo embrujado, la Pourponièrre, el primer orfanato de París y la tragedia de Beatrice Cency.

Sin embargo, Joyce no tardó en desilusionarse con la empresa, ya que el cine proyectaba sobre todo películas europeas, y en gran parte italianas, y en ese momento ese tipo de cine no era del agrado de los dublineses. Tras siete meses, Joyce decidió retirar su participación y el cine se vendió a la British Provincial Cinema Company, que lo mantuvo abierto hasta 1919.

En 1921 fue reabierto como Lyceun Picture Theatre, aumentando su aforo de 420 a 600 butacas. A pesar de que en la década de 1940 fue adquirido por Capitol and Allied Theatres Ltd., cerró sus puertas en 1948. Aunque de una forma u otra logró sobrevivir casi 40 años, su éxito fue siempre muy escaso.

La multinacional Penneys compró el edificio junto con las tiendas que había al lado y construyó unos grandes almacenes, que siguen en pie a día de hoy. Durante muchos años muy poca gente conocía el lugar donde estuvo situado el primer cine de Irlanda, ya que tampoco había placa que lo recordara, o así fue hasta el 12 de junio de 2007, cuando se instaló una placa.

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