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Ahora que las estanterías virtuales de Amazon ya cuentan con libros escritos por Inteligencia Artificial, una startup llamada YouAI cree que la IA puede implementarse también en libros escritos por humanos, convirtiendo a los propios libros en IA, en forma de chatbot capaz de proporcionar una conversación al lector sobre todo su contenido. Dmitry Shapiro, director ejecutivo de YouAI, afirma que está en negociaciones con varias editoriales, grandes y pequeñas, sobre la creación de esos chatbots a través de su herramienta Book AI.
Una de ellas, Solution Tree, que ofrece miles de libros educativos, ya ha confirmado que comenzará a implementar ese chatbot en sus títulos. De hecho, este tipo de herramienta puede ser especialmente útil para los libros de texto, porque los usuarios pueden obtener información concreta haciendo preguntas específicas o desarrollar informaciones que necesiten que sean aclaradas. A veces, incluso, dependiendo del contenido, podría poner en práctica lo que describe el libro. Shapiro pone como ejemplo de esto pedirle al chatbot de un libro sobre optimización de sitios web que sugeriera un diseño que ponga en práctica lo que explica.
Will Knight, de Wired, probó la herramienta de YouAI con Frankenstein de Mary Shelley. Según Knight, Franken-bot hizo un trabajo decente al resumir el libro y sus temas y también supo establecer algunos paralelismos interesantes entre la historia clásica de la arrogancia científica y las preocupaciones actuales sobre un posible apocalipsis producido por la IA, algo sobre lo que podría hablar porque sus datos de entrenamiento necesariamente también incluían contenido más reciente que el que menciona el libro. «A Frankenstein se le advierte que no debe jugar a ser Dios y crear vida, lo que tiene consecuencias desastrosas. De manera similar, algunos argumentan que los humanos no deberían intentar ‘jugar a ser Dios’ creando IA sensible», dijo el chatbot. Y añadió: «Frankenstein pierde rápidamente el control sobre su criatura, que se vuelve violenta y destructiva. Existe la preocupación de que la IA pueda volverse incontrolable y causar daños si no se controla adecuadamente».
Con un simple rediseño, muchas aplicaciones de lectura podrían implementar este chatbot fácilmente. Kindle, por no ir más lejos, podría hacerlo, gracias a dos de sus herramientas: Whispersync, que permite alternar fácilmente un libro electrónico con su audiolibro complementario, y Kindle X-Ray, que proporciona a los lectores más detalles sobre los personajes, lugares y temas del libro que están leyendo. Además, Amazon no necesitaría producir los chatbots sino que simplemente podría proporcionar la herramienta a los usuarios de KDP.
Pero en cualquier caso, aunque esto suponga una relativa revolución en la forma en la que leemos libros, como dice Knight en su artículo, no hay nada (y yo añado, ni habrá) que sustituya a la experiencia de leer un libro.
Hay ya un montón de servicios a los que les puedes subir un documento y hablar con él: reeder.ai, pdf.ai, chatpdf.com, chatdoc.com … Yo he probado esos que comento y tienen «personalidad», cada uno tiene sus fuerzas y sus flaquezas. Por ejemplo, a pdf.ai hay que sacarle las cosas con sacacorchos, pero reeder es muy verborreico y se explaya ampliamente con las respuestas, todas ellas con sus citas correspondientes.