Finnegans Wake (Fuente).

Escrita durante un período de diecisiete años y publicada en 1939, Finnegans Wake de James Joyce es conocida, en gran medida por su estilo experimental, por ser una de las obras de ficción más difíciles de leer y de comprender del canon occidental. Muchos han sido los que han reflexionado sobre esa dificultad y han propuesto diferentes estrategias. La que ha seguido el cineasta Gerry Fialka y su grupo de lectura ha sido leer el libro muy muy despacio. Concretamente, 28 años ha tardado en hacerlo.

Gerry Fialka (Fuente).

Y no es para menos porque el ritmo de lectura de esta obra de 628 páginas ha sido de dos páginas al mes. A continuación se reunían para comentarlas, dedicándole un par de horas a cada página. Incluso durante la pandemia continuaron con sus reuniones, llevándolas a cabo a través de videoconferencias. Comenzaron la lectura en la Biblioteca Pública de Los Ángeles en 1995 y hace unas semanas, en octubre de 2023, llegaron al final del libro.

A la pregunta de qué libro leerán a continuación ahora que ya han terminado la lectura que estaban haciendo, Fialka ha respondido que no queda otra que volver a leerlo. El motivo es que la última frase de Finnegans Wake termina a la mitad y continúa en el principio del libro, como si fuera una sola oración que se corta en la página 628 y sigue en la página 3, la primera del libro. Es decir, que se trata de una obra circular.

Peter Coogan, que forma parte del grupo desde 2002 y que lo describe como una «aventura literaria», afirma que según muchos estudiosos la intención de Joyce no era brindarles a los lectores una experiencia sencilla sino darles la sensación de sentirse perdidos, como les ocurre a los personajes cuando están en un sueño, y a menudo es incomprensible porque la vida y los sueños que experimentamos lo son.

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