Walt Disney es, como McDonalds o Microsoft, uno de los símbolos de la economía norteamericana. No podía ser de otra forma: desde el mito del joven que con un puñado de dólares funda una de las empresas más poderosas del planeta hasta la moralidad que se desprende de todas sus películas. Una moralidad que, por cierto, se ha puesto en entredicho en numerosas ocasiones por secuencias que hacen referencia explícita a contenidos de carácter sexual, aunque eso es otra historia. Aparte de estos elementos anecdóticos, los dibujos de Disney han sabido envejecer con solera porque siempre han estado muy apegados a su tiempo. La Segunda Guerra Mundial no podía ser, por supuesto, una excepción. Al margen de la inocencia que se presupone a este tipo de dibujos infantiles los estudios de animación de Disney produjeron un puñado de películas dirigidas para formar a las juventudes y a los futuros soldados y para elevar la moral de las tropas.
Uno de estos curiosos cortos es el titulado Der Fuehrer´s Face (El rostro del Fürher), en el que un explotado pato Donald trabaja para el ejército nazi. Todo desde un punto de vista humorístico, que casi roza lo superficial sino fuera por la dura crítica que se extrae de la cinta. Todo lo que aparece apunta hacia los horrores del régimen alemán: las marchas estúpidas y descerebradas, la obligación de obedecer a la autoridad bajo pena de castigo, la vida miserable de la población o el absurdo de un alienante y repetitivo trabajo armamentístico. Tras una culminación surrealista un final absolutamente patriótico, en el que un Donald con la bandera norteamericana por pijama besa la estatua de la libertad, con todo lo que eso representa.
Soy de las pocas personas en el mundo que no ha crecido viendo las películas Disney (las vi tiempo después) o con la parafernalia de series de esta empresa. Veía el Club Disney: Patoaventuras, Darkwing y poco más.
Así que cuando les dedique algo de tiempo siempre me pareció una empresa con unos códigos morales muy… dejémoslo en llamativos (y no lo digo por los supuestos mensajes subliminales que han llenado páginas y páginas de internet y videos de youtube).
Había visto este tipo de producciones antes, como la que pones, y es sólo algo que confirma algo que siempre me ha hecho sentir Disney… cierto rechazo.
P.D: A ver si un día hablamos de tu artículo de Maus que me gustaría referenciar o citar en mi blog en alguna entrada y que me cedieses permiso para ello xD