Los equilibrios imposibles tienen algo que cautiva. Si no me crees te recomiendo que le eches un vistazo al vídeo que elaboraron Mädir Eugster y Tobias Hutzler. Pues bien, cuando parecía que ya se había llegado al extremo de los equilibrios imposibles, el artista Jacob Tonski ha conseguido dar un paso más con su obra «Equilibrio desde dentro», desarrollada entre 2010 y 2013 en el STUDIO for Creative Inquiry. En esta instalación vemos un sofá victoriano suspendido en el aire con el único apoyo de una sola de sus patas. Es verdad que tiene truco, pero no es tan sencillo como podría parecer a simple vista: es un sofá de verdad, no está pegado al suelo ni sujeto con ninguna cuerda y su constante y precario balanceo nos demuestra que efectivamente está en equilibrio y nos recuerda que podría caerse en cualquier momento. Lo único que nos hace sospechar que hay algo más es un tubo que sale del sofá hasta llegar a una caja.
Para conseguir este efecto Tonski ha desmontado el sofá y le ha instalado dentro un dispositivo mecánico que permite mantener el equilibrio respondiendo de forma interna a las fuerzas externas. Cada vez que el sofá empieza a caer hacia un lado el mecanismo detecta la inclinación y ejerce la fuerza adecuada para contrarrestar la caída, lo que da como resultado esa oscilación continua hacia delante y hacia atrás. Aunque eso no significa que el sofá no pueda llegar a caerse. Si se le aplica una ligera presión el mecanismo compensará la fuerza y el sofá se mantendrá en equilibrio, pero si la fuerza es mayor caerá sin remedio.
Según Tonski el sofá en equilibrio pretende ser una reflexión metafórica sobre la naturaleza de las relaciones humanas y sobre las cosas que construimos para apoyarlas. Aquí puedes verlo en funcionamiento.
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