Dalí era bastante aficionado a las tablas comparativas entre diversos artistas, incluyéndose a sí mismo. Pese a la buena consideración que tenía sobre su persona, llamada por otros vanidad o egolatría, no hay que dudar de que Dalí se expresa con toda sinceridad. Según su criterio –y la de muchos otros–, no cabe duda de que el genio más grande de todos los tiempos es Velázquez, aumentándose su consideración en el artista con el paso de los años. Y después de Velázquez, para Dalí el gran pintor es Vermeer de Delft. Como tercer gran genio está Rafael, a causa del cual Dalí fue expulsado de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, por una impertinencia al jurado –afirmaba saber más de Rafael que ellos tres juntos–.
El análisis que hace Dalí permite valorar de forma más exacta a cada uno de los artistas, teniendo en cuenta los aspectos más diversos en torno a la creación. Mondrian queda en un penoso último lugar, algo que podría ser más que discutible, y más aún viniendo de Dalí, que ha llegado a pintar algunos cuadros peores que los mejores de Mondrian, pero por otra parte una opinión comprensible.
Curioso, no conocía esta afición de Dalí. Para mí se queda corto, pero en fin, es lo que distingue los genios de los simples mortales como yo.
Para mí también se queda corto en algunos pintores. Pero supongo que no es porque sea un genio, esto es como todo, depende de gustos.