Ruta dublinesa libre de bares

Ruta dublinesa libre de bares

   En el capítulo 4 del Ulises Joyce, a través de Leopold Bloom, hace la siguiente reflexión: «Sería un buen rompecabezas cruzar Dublín sin pasar por delante de un bar». Y si en 1904, año en el que transcurre la novela, ya era difícil pasear por la ciudad sin tropezar con un bar, más de cien años después solo cabe pensar que sea algo poco menos que imposible. Desde entonces este problema ha sido una conversación recurrente en los bares de Dublín. Una infinidad de aficionados a Joyce ha recorrido las calles de la ciudad con un mapa en sus manos, dispuestos a encontrar la legendaria ruta libre de bares. La búsqueda, sin embargo, pareció siempre condenada al fracaso, o por lo menos así fue hasta que en 2011 un informático dublinés llamado Rory McCann encontró la solución definitiva.

   McCann empezó marcando 30 puntos alrededor de la ciudad para delimitar el tamaño del Dublín de Joyce, el de 1904. A continuación tuvo que hacer una definición exacta de lo que es un bar. No es que McCann no tuviera claro el concepto, pero era necesario aclarar que dejaba fuera hoteles ‒con bares dentro‒ o restaurantes. Después señaló en OpenStreetMap los más de 1.000 bares que existen en la zona y elaboró un algoritmo que encontrara un camino de norte a sur y de este a oeste que pasara a no menos de 35 metros de cada uno de esos puntos. Así fue como dio con la trayectoria imposible y resolvió el rompecabezas de Joyce, tal y como explica en su página. Todavía tuvo que corregir el recorrido un par de veces porque hubo quien le avisó que había algunos bares que no habían sido tenidos en cuenta.

McCann enseñándole la ruta a Joyce

McCann enseñándole la ruta a Joyce

   La ruta fue puesta a prueba de forma simbólica el 16 de junio de 2011, día del Bloomsday, evento en honor a Leopold Bloom que se celebra siguiendo los mismos pasos que hizo este personaje en el Ulises. De este manera celebraba McCann su particular anti-Bloomsday, una especie de recorrido a la inversa. Lo gracioso del algoritmo es que también es posible usarlo para marcar la ruta que pase por el mayor número posible de bares.

   Por cierto, a principios de 2013 un artista también dublinés llamado David Blackmore quiso dar un paso más con el rompecabezas de Joyce. Basándose en una interpretación más amplia de la cita se propuso recorrer Irlanda entera a pie sin pasar por delante de ni un solo bar. Durante 25 días Blackmore estuvo viajando, documentándolo todo y retransmitiéndolo a través de sus redes sociales. Al final no consiguió el que parecía ser aparentemente su objetivo inicial, aunque sí lo logró lo que en realidad se proponía: dar con una definición real de lo que es Irlanda, los irlandeses y su forma de vida.

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