Colores de Holton Rower
El color por el color. Sin más. Eso es Holton Rower. Su obra, hipnótica y psicodélica, se crea mediante una técnica que él mismo ha denominado «tall painting» y que consiste en verter litros de pintura acrílica de distintos colores desde un punto elevado. La gravedad se encarga de hacer el resto del trabajo: las diferentes capas de colores van fluyendo lentamente sobre la madera laminada creando formas irrepetibles.
Aunque parezca que Rower solo se limita a dejar caer la pintura, en realidad ni el azar tiene tanto protagonismo ni es tan fácil como parece. Detrás de cada obra hay un minucioso proceso de preparación en el que el artista tiene que decidir cómo será y la altura que tendrá la superficie sobre la que va a trabajar, la cantidad de pintura que dejará caer y la sucesiva combinación de colores. A veces, además, introduce obstáculos, lo que hace que la pintura adopte determinadas formas.
Aunque más que el resultado final, lo sorprendente es el proceso, sobre todo visto en time lapse. El color parece que fluye como si se tratara del agua de un manantial o de la lava un volcán. Casi parece un ser vivo. Simplemente maravilloso.
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