Charlie Kaufman: el guionista más famoso del mundo. Vale, esperad, quizás no sea el más, más famoso, pero, un momento… ¿cuántos guionistas conocéis? Lo pregunto en serio, pensad un segundo. ¿Conocéis el nombre de alguno? Puede que no. Puede que solo porque no os interesa, o porque no sois muy fan del mundo del cine. Lo cierto es que Charlie Kaufman sí es un guionista muy famoso, de hecho, dentro del mundo de Hollywood es uno de los más reconocidos. Es curioso, seguro que no conocéis muchos guionistas, ¿verdad? A pesar de eso, estoy seguro de que sabéis quién es Steven Spielberg, George Lucas, James Cameron, o Stanley Kubrick, ¿me equivoco? Sin embargo, Charlie Kaufman… uhm… ¿Sigue sin sonaros? Y si menciono las películas: ¡Olvídate de mí! o Cómo ser John Malkovich, ¿ya os va sonando?
Bueno, ordenemos un poco todo esto. A ver, ¿quién es Charlie Kaufman? El señor Kaufman, es ni más ni menos que uno de los culpables de que la gente comenzase a preguntarse por los guionistas al ver una película. Es ese hombre que consiguió que en Hollywood llegase a ser incluso más importante el nombre del guionista, que el nombre del director, allá a finales del siglo pasado. Todos conocemos muchos directores, de hecho, hay veces que son ellos mismos los que escriben sus películas, pero la mayoría de veces, en el mundo del cine, se encarga a un guionista que escriba cierto guión, y el resto, ya se sabe. Charlie Kaufman logró algo inédito. Puso patas arriba lo que se hacía hasta ese momento y consiguió que el mundo de los guionistas se tomase mucho más en serio. Es decir, al fin y al cabo, cuando vemos una película, estamos presenciando un guión que cobra vida en pantalla. Mucha culpa de todo eso la tiene el director, el productor, los cámaras, técnicos de sonido, actores, y un largo etcétera, pero una enorme parte de importancia recae sobre el/los guionista/s.
Pero volvamos a reorganizar las ideas. ¿Qué hizo Charlie Kaufman para ser tan conocido? Bueno, nuestro protagonista no siempre tuvo éxito en la vida. De hecho, hubo un tiempo en el que Kaufman no era nadie. Nació el 19 de noviembre de 1958, en Nueva York y comenzó su carrera como guionista escribiendo unos cuántos capítulos para diferentes series de televisión en la década de los noventa. Ni era gran cosa, ni era lo que Kaufman esperaba. El hombre, casi defraudado, comenzó a escribir el guión de una película para él mismo. Como un simple pasatiempo. Ni siquiera pensaba que llegaría a rodarse ni nada parecido, solo lo hizo por diversión. Y se le ocurrió titularla Cómo ser John Malkovich. Sí, sí, se refiere al conocido actor. El caso, es que el propio Malkovich, el de verdad, terminó leyendo el guión y le apasionó. Y de pronto, bum, y todo cambió. El guión terminó rodándose, y nada más y nada menos que con la magistral dirección de Spike Jonze ‒que se estrenó con esta película después de haber rodado muchos videoclips‒. Los dos juntos formaron una de las películas más ingeniosas, originales y alocadas que se recuerden.
Cómo ser John Malkovich, estrenada en 1999, trata de un titiritero ‒interpretado por un genial John Cusack‒ que comienza a trabajar como archivero en la planta intermedia entre la séptima y octava de un edificio, donde el techo es tan bajo que hay que andar agachado. Allí, de pura casualidad, encontrará una puerta oculta que lleva directamente al interior de John Malkovich. Sí, lo digo en serio. Es así, literalmente. Desde la puerta entras al cuerpo de Malkovich durante quince minutos, y puedes sentir y ver lo que él ve. Esta propuesta tan surrealista se mezcla muy ingeniosamente con un trío amoroso y con una explicación metafísica de por qué hay una puerta al interior de Malkovich. La combinación de guión y secuencias tan bien dirigidas, hizo que fuese una cinta que llamó mucho la atención. Personalmente, me quedo con la brillante escena en la que el propio Malkovich entra en su interior. ¿Qué es lo que ocurre cuándo uno mismo entra en su propio cuerpo? Bueno, digamos que: Malkovich, Malkovich, Malkovich ‒en serio, tenéis que verla‒.
El éxito de la pelí fue tan bueno, que Kaufman se llevó grandes méritos y la gente comenzó a pensar más en quién demonios escribe lo que vemos en pantalla. Su siguiente película fue Human Nature, una alocada historia en la que, entre otras cosas, un científico intenta reconvertir a un hombre salvaje que ha vivido siempre en la selva, para que sirva de provecho en la sociedad. La cinta tiene mucho más trasfondo, por supuesto. La dirección corre a cargo del disparatado Michel Gondry ‒que, curiosamente, también tiene un largo historial en videoclips‒. De nuevo, la cinta tuvo buenas críticas.
El siguiente paso que dio Kaufman fue una vez más junto a Spike Jonze, con la película Adaptation. El Ladrón de Orquídeas. El guión vuelve a ser de lo más surrealista. Trata sobre un hombre llamado Charlie Kaufman, guionista, tímido y reservado, que tiene que escribir una película adaptando una novela que se llama El Ladrón de Orquídeas. ¿Os suena de algo? Pues sí, la cinta tiene cierta parte de autobiografía y de ficción. Al propio Kaufman se le encargó de verdad hacer esa adaptación, pero como no estaba muy cómodo adaptando un libro, decidió hacer de las suyas y mezclar realidad con ficción. De hecho, hay un punto exagerado durante la película en la que una y otra ya no se distinguen y no sabes cuál de las dos estás viendo. Para más locura, en la película, el personaje de Kaufman tiene un gemelo; Donald Kaufman, y en los créditos de esta aparece como co-guionista con Charlie. Los dos fueron nominados al óscar por el guión, pero es que Donald Kaufman, su gemelo, ¡no existe en realidad!, es pura ficción.
La culminación de Charlie Kaufam llegó con la impecable: ¡Olvídate de mí! (conocida también como: Eternal Sunshine of the Spotless Mind). Seguramente, su película más conocida. De nuevo, se juntó con el francés Michel Gondry para contarnos la historia de un Jim Carrey y una Kate Winslet que han estado muy enamorados, pero que ahora ambos quieren olvidarse mutuamente. Y lo tienen fácil, porque existe un mecanismo en el que durante una sesión te borran todos los recuerdos que tú desees, y así, de la noche a la mañana, habrás olvidado toda tu historia junto a esa persona. La película es brillante, es una típica historia de amor, pero hay tantas cosas espléndidas en la cinta, y tanto Gondry como Kaufman hacen su mejor trabajo, que es normal que guste tanto. De hecho, es mi preferida de todas las que ha escrito Kaufman.
Charlie había sido nominado al óscar tres veces con Cómo ser John Malkovich, Adaptation. El Ladrón de Orquídeas, y finalmente con ¡Olvídate de mí! Y fue con esta últim, con la que consiguió merecidamente llevarse la estatuilla a casa. También ha escrito el guión de Confesiones de una mente peligrosa y se ha atrevido a ser director en Synecdoche, New York y Frank or Francis. Es un completo genio. Tiene una mente brillante, sin igual, una habilidad para contar historias como pocas veces se han visto, y es todo un ejemplo para los guionistas del mundo entero. Trabajos tan abstractos y alocados que terminas con la cabeza dándote vueltas, pero aún así, deseas más y más. Yo todavía no me he cansado de la droga que es Kaufman para nuestras mentes, y lo cierto es que lo admiro y lo envidio a partes iguales. Ojalá hubiese una puerta al interior de Charlie Kaufman. Me gustaría pasar quince minutos ahí dentro para descubrir cómo ser uno de los guionistas más famosos del mundo.
Charlie Kaufman… ¿Qué decir de él que no lleve la palabra genio? Lo es con todas las letras, sus historias me provocan a la vez fascinación y ataques de envidia homicida.
Pasar quince minutos en su cabeza mientras crea debe ser toda una montaña rusa. Supongo que Adaptation es un reflejo exagerado y dramatizado de eso en el fondo.
Gracias por el artículo, este hombre merece todo lo bueno que se diga de él y luego un poco más.
Gracias, Isaac. Añadiría algo más, pero lo dicho, me quedaría corto.
Ya lo he mencionado en el artículo, siento mucha admiración y envidia por Kaufman. Y es cierto, Adaptation es un reflejo muy certero de lo caótico que puede ser su visión de las cosas. Tiene una mente inusual este hombre.
Yo estoy con los dedos cruzados esperando que vuelva a hacer alguna peli con Gondry o Jonze. Porque cuando trabajan juntos es una combinación explosiva.
Lo cierto es que no conocía a Kaufman y nunca llegué a ver ninguna película de las que has nombrado. Por supuesto conozco de qué van la mayoría, pero no las he visto… (ni una sola.) Antes de que acabe el año veré al menos un par, seguro. Gracias por descubrirme a Kaufman. Me ha gustado mucho el artículo. Un saludo.
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