Baldomera Larra

Baldomera Larra

   Normalmente se suele considerar al italonorteamericano Carlo Pozzi como el creador de las estafas piramidales tras realizar la primera en 1919. Sin embargo, este fraude ya había sido inventado y utilizado casi cincuenta años atrás y su origen está relacionado con el escritor Mariano José de Larra. Cuando Larra se suicidó en 1837 dejaba en el mundo a tres hijos, fruto de un matrimonio fallido con Josefa Wetoret. La más pequeña era Baldomera Larra, que entonces tenía cuatro años, y que con el tiempo acabaría convirtiéndose en la inventora del fraude piramidal.

   Baldormera se casó con Carlos de Montemayor, médico de la Casa Real y afrancesado. Tras la llegada de Alfonso XII Carlos se vio obligado a huir y abandonó a Baldomera y a sus hijos a su suerte. Baldomera, que se encontraba en una situación más que precaria, tuvo que recurrir a prestamistas para salir adelante, hasta que finalmente se le ocurrió la idea de montar por sus propios medios un negocio piramidal que bautizó como Caja de Imposiciones.

   En un primer momento tuvo un éxito enorme, incluso más allá de las fronteras españolas. Llegó a prometer que era capaz de duplicar la inversión en cuestión de un mes y pronto fue conocida como la «madre de los pobres». Sin embargo, la propia Baldomera era consciente de lo volátil de su negocio. En alguna ocasión incluso afirmó que la única garantía que tenía en caso de quiebra era «tirarse del viaducto».

   La quiebra, cómo no, acabó por llegar, en diciembre de 1876. Baldomera cogió todo el dinero que pudo y salió huyendo. Durante dos años estuvo viviendo en Auteuil, en Francia, con una identidad falsa, pero acabó siendo descubierta, detenida y extraditada a España. Fue condenada en principio a seis años de prisión y más tarde absuelta. Según el escritor Juan Eduardo Zúñiga Baldomera pudo llegar a estafar a unas cinco mil personas. Las cifras de beneficios de este fraude que se manejan están en torno a los veintidós millones de reales.

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