Uno de los pecados más comunes en los que suelen caer los amantes de las letras es mentir acerca de los libros que han leído. En alguna conversación sale un libro que no has leído y haces ver, de forma más o menos disimulada, que sí lo has hecho. No son grandes engaños sino más bien mentirijillas para salir del paso. Al fin y al cabo, si no lo has leído no podrás decir mucho acerca de ese libro y con cualquier comentario que hagas te arriesgas a meter la pata. Los motivos para tener este comportamiento pueden ser muy diversos, desde agradar a nuestro interlocutor hasta parecer grandes lectores o simplemente interesantes por haber leído según qué tipo de libros.
A través de 101 books he descubierto una divertida encuesta de Buzzfeed. Se trata de responder con total sinceridad ‒la que aporta el anonimato‒ si se han leído o no una serie de libros y, en caso de no haberlo hecho, si se ha mentido alguna vez diciendo que sí se habían leído. Los resultados, que como es evidente solo tienen en cuenta a los usuarios de Buzzfeed, me han causado cierto estupor, porque parece que no solo no leen demasiado sino que no mienten nunca. Los pongo a continuación.
Parece que los libros sobre los que más se mienten son El gran Gabstby y 1984, seguidos muy de cerca por la Biblia, El guardián entre el centeno y Moby Dick. Por otra parte, hay una gran cantidad de libros que no solo no se leen sino que no hay ningún inconveniente en afirmar que no se ha hecho.
Yo por mi parte confieso haber caído alguna vez en esta falta. Creo que los reparos ante este tipo de comportamientos se me quitaron después de haber leído ‒este sí lo he leído de verdad‒ el ensayo de Pierre Bayard titulado Cómo hablar de los libros que no se han leído. Más que dar trucos para sobrellevar una conversación sobre un libro que no se ha leído, Bayard ataca el axioma de que es necesario haber leído un libro para hablar de alguno de sus aspectos con precisión. Una lectura muy recomendable.
Y tú, ¿alguna vez has dicho que has leído un libro cuando en realidad no lo has hecho?
Yo miento todo el tiempo, pero es que todo el tiempo. Siempre digo que he leído todos los libros, ni menos, ni más. Eso, obviamente, siempre se lo toman como una broma, pero hay libros que debiese haber leído que aún tengo ahí, esperándome. Sobre esos libros siempre miento. Por ejemplo, solo he leído las portadas de los libros de Victor Hugo, lo mismo con la mayoría de los rusos. Nunca he leído Madame Bovary, ni tampoco nunca he leído a esos japoneses que sé que con buenos, Mishima, Murakami, esos. Y sobre poesía me falta mucho mucho, solo me bato con 5 o 6 autores, al resto los he ignorado, es un pecado que pronto pagaré. Creo que es bueno mentir, porque luego uno se obliga, por presión, a conseguirse esos títulos y a leerlos. Así es la vida. Curiosamente, 1984, Moby Dick y La Biblia, son de mis libros favoritos.
Saludos!
S.
Estoy muy de acuerdo contigo, en muchos de los libros o autores que mencionas. Creo que está bien que sea así, porque esa angustia de que queda mucho por leer es precisamente lo que nos empuja a seguir leyendo, y a veces la necesidad de ir llenando huecos es muy importante en la elección de libros. Te diré que yo, por ejemplo, no he leído Moby Dick, y desde luego por el momento no estaba en mi lista de libros pendientes, a pesar de que se considere una obra maestra. Pero no hacerlo leído, creo, no debería ser impedimento para que yo pueda hablar con propiedad sobre el libro, porque aunque no lo he leído directamente sí que he leído muchas cosas sobre él. Ese es mi razonamiento.
Buenas tardes… La respuesta es sí, he mentido alguna vez, pero ahora no le encuentro el sentido. Por ejemplo, nunca he leído «El camino», de Delibes, ni algunos otros libros que conocí en el instituto. De hecho, siendo alguno (El Quijote) de obligada lectura me leí de él sólo fragmentos de cada capítulo para hacer el resumen que pedían. No considero que sean malos libros, simplemente no quise leerlos (llámenme ignorante, lo soy y encima está mi criterio que siempre es discutible, claro). A día de hoy aún está en proceso de ser terminado el citado libro de Cervantes, el cual, por cierto, a veces me encanta y otras lo escondo en un rincón para no verlo…) En lo que se refiere a conversaciones informales, tertulias (virtuales o no) y demás, no veo la necesidad de mentir, porque me parece bien que la gente sea selectiva con sus lecturas. Ya no te juegas la nota, no es obligatorio leerse «Las Meninas», de Buero Vallejo. A todo el mundo no tiene por qué gustarle un determinado libro, por más que otros lo encumbren (yo puedo odiar a quien quiera: lo mismo que puedo adorar a ciertos escritores, puedo detestar a otros)… Además, muchas veces me doy cuenta de que no he leído libros que son muy comunes para todo el mundo y mi ignorancia me atormenta, pero sólo un rato, porque algunos los empiezo a leer ahora y otros no los leeré jamás, pese a quien los firme. Mis gustos personales, mi forma de pensar y la de sentir pesan mucho más a la hora de escoger un libro que el haberse hecho éste popular por la razón que sea. Y están las personas que leen tres y cuatro libros al día, como para engañarles… (y hasta hacen reseñas diarias en sus blogs de alguno de ellos). Yo hay días que no termino ni el libro que he empezado, eso no me quita el sueño (sólo a veces)… Bueno, me he extendido mucho. Pero no quería responder en dos líneas. Gracias. Me ha gustado mucho este artículo. Un saludo.
Gracias por tu extenso comentario. No creo que leer sea una carrera ni hay a quien ganar ni meta a la que llegar. Me parece una tontería (y estoy seguro de que estás de acuerdo conmigo) el ir atesorando títulos de libros para añadirlos a la lista de los leídos, si no te aportan nada, solo por decir que se han leído. Yo te podría decir una infinidad de libros que he leído hace tiempo y de los que tengo tan escasos recuerdos que bien se podría decir que no los he leído (caso de El camino, por ser el que mencionas). Eso y no leerlos para mí es un poco lo mismo.
En cuanto al Quijote, hay que admitir que es un poco denso y que en principio no es el típico libro que uno escogería para pasar un rato. Yo lo he leído tres veces y aunque no he estado obligado a hacerlo en ninguna de ellas, sí es verdad que lo he hecho por necesidades académicas. No sé si algún día volveré a leerlo, pero a día de hoy, aunque me gusta muchísimo, no siento la necesidad de hacerlo, sobre todo porque hay pendientes muchísimas otras lecturas como para enfrascarse por cuarta vez en un libro que lleva su tiempo. En fin, con tranquilidad, solo se angustia aquel que quiere leer mucho (lo cual me indica que debe ser algo bueno).
Un saludo.
[…] ¿Mentimos alguna vez sobre los libros que hemos leído? (La piedra de Sísifo) […]
Me ha encantado la sinceridad del texto, también la de los comentarios, me hace sentir un poco menos sola en esto xD Desde luego, hace años, mentir sobre lo que había leido, lo hacía mucho más; con el tiempo empiezas a relativizar, pero me daba tanta vergüenza no haber leído según qué cosas (como si a alguien le importara realmente) y, en realidad, sabía tanto de aquellos libros que no había leído…
En fin, que me ha gustado mucho el artículo. Muchas gracias.
Saludos.
Yo creo que un libro con el que casi todo el mundo miente es con El Quijote.
A mi no me da verguenza decir que no lo he leído, si algún pasaje, pero entero NO. Igual que reconozco que no he leído ni a Harry Potter ni El SEñor de Los Anillos.
Yo miento bastante, pero nunca sobre los libros, de muchos confieso ver la película pero no el libro, El gran Gabstby no,1984 si , la Biblia si , El guardián entre el centeno si y no me gusto,Moby Dick no, pero es que hay tantos libros y tantas recomendaciones favorables pero solo a unos cuantos, parece que solo importa leer unos cuantos, bastante famosos, principalmente están en ingles como si solo en Inglaterra hubiera escritores, la mayoría de los considerados «mejores libros» o los mas vendidos, son escritos casi en su totalidad por angloparlantes y uno que otro hispano o ruso,
Lo de la opinión que se genera a partir de la lectura de esos libros también daría para hablar largo y tendido, porque parece que lo políticamente correcto es decir que son obras maestras. Parece que por no gustarnos determinado libro somos más malos lectores o más tontos. En cuanto al canon, en mi caso particular soy un amante de Borges, y a través de él he llegado a muchos autores ingleses (pues es su literatura predilecta), pero también tenemos autores hispanos muy importantes en la literatura universal.
Se me da fatal mentir y, en la mayoría de ocasiones, no le veo el sentido. Y en los libros igual. Respecto a elogiar libros considerados obras maestras, si no me han gustado, lo digo. Quizá no sea tan tajante criticándolos como con libros menos endiosados, e incluso le dé nuevas oportunidades a sus escritores, pero no me avergüenzo de exponer mis opiniones.
¡Saludos!
La mejor actitud posible. Pero a veces la presión cultural es demasiado grande y es fácil caer en la tentación de soltar una mentirijilla. De todas formas, como digo en el artículo, creo que hay que quitarse el prejuicio de tener que haber leído un libro para poder hablar de él con propiedad. Esto es importante. Un saludo 🙂