A Shia LaBeouf se le va la olla

Shia LaBeouf, Ya no soy famoso

   Que a algún actor de Hollywood se le vaya un poco la cabeza de vez en cuando no es nada nuevo. Ha pasado desde siempre y seguirá pasando. Robert De Niro hizo turnos de 12 horas como taxista por Nueva York para preparar su personaje de Taxi Driver. Christian Bale se autoimpuso una dieta de un café y una manzana diaria para perder 29kg para la película El maquinista. Brad Pitt se rompió un par de dientes incisivos para El club de la lucha, etcétera, etcétera… Quizá, entre todas las locuras, las de Shia LaBeouf sean las que más llaman la atención en los últimos tiempos.

   El que en su día fuera protagonista de la saga Transformers, le ha dado un vuelco enorme a su vida. El chico ya tenía problemas hace unos años con la bebida y la policía, pero eso ya ni se le acerca un poco a lo ocurrido en los últimos meses. Es posible que todo empezase con la conocida bolsa en la cabeza de: «Ya no soy famoso». Ocurrió en los pasados premios del Festival de Cine de Berlín de 2014. Shia acudió a la alfombra roja con un elegante esmoquín y pajarita, pero lo que llamó la atención de todos los allí presentes fue la bolsa que llevaba en la cabeza con la mencionada frase.

   Lo de la frase era algo que LaBeouf llevaba tuiteando compulsivamente en su cuenta de Twitter desde hacía un mes. Antes de eso, había dicho en su twitter: «A la vista de los recientes ataques a mi integridad artística, me retiro de la vida pública». Esto, a su vez, se debía a otro problemilla que había tenido el joven actor un tiempo atrás, ya que había estrenado un cortometraje, dirigido por él mismo, del que la crítica dijo que había plagiado al dibujante de comics Daniel Clowes. Shia admitió más tarde haberse inspirado en el trabajo de Clowes, pero nunca llegó a citarlo en el cortometraje. Debido a esto, pidió disculpas una y otra vez, y comenzó con lo de «Ya no soy famoso». 

Performance I Am Sorry

   A todo esto, y por si sus disculpas no fueron suficientes, creó una performance en Los Ángeles en la que pasó cinco días encerrado en un cuarto. La perfomance se llamó «I Am Sorry», y consistió en que el público podía entrar de uno en uno para encontrarse cara a cara con LaBeouf, que se mantenía pasivo ante cualquier cosa, sentado en una silla con la bolsa de «Ya no soy famoso» en la cabeza. Tiempo después afirmó que una visitante lo violó durante la performance: «Una mujer que vino con su novio, que estaba fuera del cuarto cuando sucedió, me azotó en las piernas durante diez minutos y después empezó a quitarme la ropa y comenzó a violarme. Había cientos de personas en la fila cuando salió con su pelo revuelto y el lápiz de labios manchado».

   Las locuras no terminan aquí. Se dice también que para conseguir su papel en la controvertida película de Lars von Trier, Nymphomaniac, le envió al director danés una grabación privada en la que mantenía relaciones sexuales con su novia. Y por si fuera poco, cuando consiguió el papel, se rodaron escenas de sexo reales en las que él mismo participó. Se ve que Shia se está convirtiendo en un actor de método, porque cosas similares ocurrieron en el rodaje de Corazones de acero, en la que interpretaba a un soldado operario de tanques. LaBeouf aprendió a manejar la torreta del vehículo a nivel experto e insistió en estar ahí durante todo el rodaje. No quiso dobles de acción.

   Eso no es nada. Para la misma película, se rumorea que no se duchó nunca en lo que duró el rodaje, para meterse más aún en la piel de un soldado en tiempos de guerra y esas cosas. Por si fuera poco, dice que también se sacó un diente de la boca. Uno de sus compañeros de reparto, Logan Lerman, desveló que durante una sesión de maquillaje en la que le estaban poniendo cortes en la cara a Shia, este dijo que no quedaban realistas. Así que, ni corto ni pereceroso, delante del propio Logan, le dijo: «Eh, tío, ¿quieres ver algo divertido? Mira esto…» Y sacó un cuchillo y empezó a cortarse la cara. La locura de tal acto es que no se limitó a hacerlo una sola vez, sino que siguió haciéndolo durante todo el rodaje, abriéndose cada día los cortes de la cara, con lo que ahora el propio LaBeouf tiene cicatrices reales. Brad Pitt, principal protagonista de la película, alabó el trabajo de Shia diciendo que era «uno de los mejores actores» con los que había trabajado.

   Y la lista de locuras sigue aumentando. El verano pasado Shia fue arrestado por alteración del orden público. Iba borracho hasta arriba de whisky, le pegó a un vagabundo y lo persiguió por la calle, y discutió con el personal del teatro de Broadway. En una entrevista con Ellen DeGeneres el actor afirmó que todos sus problemas recientes se debían a «una crisis existencial, pero que ya está mejor.

   También lo hemos podido ver recientemente en otra polémica con el videoclip «Elastic Heart» de la cantante Sia, en la que el actor baila con la pequeña bailarina Maddie Ziegler de 12 años en una jaula. Y para terminar, hace escasos meses, tuvo lugar una entrevista de lo más surrealista. LaBeouf se citó con la periodista Aimee Cliff en una habitación de hotel para mantener una entrevista silenciosa durante un hora entera. El actor había estado intercambiando mensajes a través de internet con Aimee, y finalmente decidieron llevar a cabo una entrevista en la que hablarían las miradas, y no las palabras. Así pues, se puede encontrar en la red dicho vídeo de una hora de duración, en la que tanto LaBeouf como Cliff tan solo se dedican a sentarse uno enfrente del otro para que sus miradas hablen. Como dijo el excéntrico LaBeouf, el motivo de la entrevista era «encontrar la humanidad en la red».

Entrevista silenciosa entre Shia LaBeouf y Aimee Cliff

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