Además de gobernar con mano de hierro, Saddam Husseim tuvo tiempo para dedicarse a la literatura. Su primera novela, publicada en 2001 bajo el título de Zabiba y el rey, trata sobre un heroico monarca similar al propio Hussein, sobre una mujer llamada Zabiba que simboliza al pueblo iraquí y sobre un hombre tiránico que representa a Estados Unidos y que viola a Zabiba. Su segunda novela, Fortaleza amurallada, apareció poco tiempo después y en ella se describe a un héroe que defiende a Irak contra los ataques enemigos. Su última novela, hasta ahora, se publicó en 2002 con el título de El hombre y la ciudad, y en esta ocasión era una historia con tintes autobiográficos para ensalzar su pasado describiendo cómo su abuelo supuestamente luchó contra los turcos durante el Imperio Otomano.
Poco antes de la Guerra de Irak en 2003 Saddam acababa de terminar su cuarta novela pero al ser invadido el país y arrestado el dictador su publicación se paralizó. La hija de Saddam, Raghad Saddam Hussein, se quedó con el manuscrito para publicarlo en Jordania. En 2006 la editorial japonesa Tokuma Shoten publicó una traducción con el título de La danza del diablo, y posteriormente también fue traducido al turco. Ahora la editorial independiente británica Hesperus anuncia que la novela de Saddam será traducida al inglés y publicada bajo su sello en diciembre de este año, con motivo del décimo aniversario de su muerte.
Desde Hesperus han tratado de mantener el mayor misterio posible antes de su lanzamiento, pero anuncian que la novela, llena de intrigas políticas, será «una mezcla de Juego de Tronos y House of Cards». La trama se centraría en una tribu que vive junto al río Eufrates hace 1.500 años y que expulsa a una fuerza invasora.
No hay un acuerdo sobre si Saddam era o no el autor de los libros o si utilizaba un escritor fantasma. Escribir novelas en el mundo árabe, donde la educación y la literatura están muy valoradas, era la estrategia perfecta para dar una imagen del dictador como un gran líder, pensador e intelectual. De cualquier forma, sus libros no son especialmente destacables. «Algunos críticos han sugerido que Zabiba y el rey fue obra de un escritor fantasma. Lo dudo: está tan pobremente estructurada y sin brillo que tiene el olor de la autenticidad dictatorial», dice Daniel Kalder en The Guardian. Y Hassan M. Fattah declara en The New York Times, hablando de la novela inédita, que es un «omisible ejemplo de pulp».
Antes del inicio de la Guerra de Irak todos los libros de Saddam Hussein estaban en el programa educativo iraquí, pero desde su muerte la traducción y la venta de sus libros ha sido motivo de controversia en muchos países. Hesperus, consciente de esta polémica puede ahuyentar a otros posibles escritores, ha anunciado que pretende ser neutral y ha vinculado la publicación del libro con el lanzamiento de un nuevo sello centrado en literatura oriental. Hay que recordar, sin embargo, que no es la primera vez que Hesperus se ve envuelta a una controversia. En 2015 fue noticia cuando se le ordenó retirar su edición de El abuelo que saltó por la ventana y se largó de Jonas Jonasson por no pagarle los royalties al Grupo Hachette Book, propietaria de los derechos de la novela en inglés en todo el mundo.
[…] que Napoleón escribiera algún relato épico, como de hecho ha ocurrido con otros dirigentes como Saddam Hussein en la historia más reciente. Pero la sensibilidad literaria de Bonaparte iba más por los […]