Melancolía de Edgar Allan Poe

Melancolía de Edgar Allan Poe

   Quizá sea por la oscuridad de sus relatos góticos, por poemas como El cuervo, por el conjunto de sucesos biográficos que fueron marcando su vida, o simplemente por su aspecto enfermizo, pero lo cierto es que la idea que se tiene habitualmente al pensar en Edgar Allan Poe es la de un escritor melancólico y atormentando. Sin embargo, el escritor estadounidense tenía también una faceta jocosa y bromista que es bastante menos conocida. En varias ocasiones intentó tomarle el pelo a sus lectores presentando como verídicas historias que habían nacido de su imaginación.

   En 1835 Poe publicó en el Southern Literary Messenger un relato titulado «La incomparable aventura de un tal Hans Pfaall». Es una de las historias más difícilmente clasificables de Poe. En ella un tal Hans Pfaall, desesperado por sus deudas, construye un globo aerostático y escapa con él a la Luna, donde decide quedarse a vivir. Hasta aquí ya es una curiosidad que Poe decidiera hacer ciencia ficción, pero lo más sorprendente es la manera en que presenta el relato. Según cuenta Pfaall ha decidido quedarse a vivir en la Luna y le pide a uno de los habitantes lunares que baje en el globo a la Tierra y que le entregue el relato que él ha escrito a la raza humana. Poe intenta hacer creer a sus lectores que el texto apareció en una nota que había caído desde un globo en Rotterdam. Además, incluye minuciosas descripciones sobre el viaje, la atmósfera o la Luna que si bien hoy en día nos parecerían incorrectas o absurdas, en su época hacían que la historia fuera bastante verídica. Con todo, el engaño no causó el efecto que Poe buscaba, o por lo menos no tanto como los falsos artículos que publicó ese mismo año el New York Sun sobre la Luna.

   Otro texto bastante singular dentro de la obra de Poe es La narración de Arthur Gordon Pym. Además de sersu única novela es una de sus historias más controvertidas y enigmáticas y ha despertado la pasión de escritores como H.P. Lovecraft ‒que se basó en ella para escribir En las montañas de la locura‒ o H.G. Wells. En con contexto histórico de expediciones, el libro nos cuenta la historia las atroces y desgraciadas aventuras del explorador Gorgon Pym en los Mares del Sur. Primero apareció como novela por entregas, pero cuando se reeditó como libro Poe le añadió un texto que indicaba que el relato estaba basado en hechos reales.

   También sobre expediciones versó su siguiente engaño. Fue su novela incompleta El diario de Julius Rodman, donde se relata el viaje de una expedición que consigue atravesar las Montañas Rocosas por primera vez. Poe llegó a publicar hasta seis entregas en la Gentleman´s Magazine, pero fue despedido y se negó a terminar su trabajo. Pues bien, tal y como estaba presentado el relato, parece que Robert Greenhow dio por hecho que la historia era verídica y como tal se la presentó al Senado de EE.UU. En este caso Poe no buscaba el engaño.

   En 1844 Poe volvió al tema de los viajes en globo e incluyó en el New York Sun una noticia que decía que el aeronauta Monck Mason había cruzado en globo el Atlántico por primera vez. Supuestamente Mason debía viajar de Londres a París, pero el globo se desvió de su trayectoria y acabó sobrevolando el océano hasta que después de 75 horas acabó en una isla cerca de Carolina del Sur. En este caso Monck sí existía, sí era aeronauta y sí había salido en globo de Londres en 1836, pero con un destino bien distinto, Weilburg, en Alemania. La falsa noticia hizo que el diario se agotara rápidamente.

   «El extraño caso del señor Valdemar» fue uno de los engaños más elaborados de Poe. El relato fue presentado en 1845 en la revista American Whig Review con un deliberado halo de ambigüedad sobre su autenticidad. En él se presentaba un extraño experimento que consistía en imbuir a un enfermo de tuberculosis moribundo en un estado de hipnosis para intentar retrasar la muerte o incluso anularla. Según recoge Poe en su Marginalia, muchos de los lectores del diario, tanto en Londres como en EE.UU. llegaron a pensar que el relato era un reportaje periodístico. Robert Collyer, un hipnotizador que estaba de visita en Boston, escribió a Poe para informarle que había llevado a cabo el mismo experimento y que había conseguido devolverle la vida a un hombre. Un grupo de swedenborgianos, seguidores del místico Swedenborg, también creyeron que aquel suceso era real. Poe, por su parte, no tuvo problemas en desmentir la autenticidad del relato.

   El último de los engaños conocidos de Poe podría haber causado un pequeño desastre financiero si se hubiera tomado más en serio. En 1849, en una época en la que la fiebre del oro comenzaba a causar estragos entre muchos estadounidenses, Poe publicó en The Flag of Our Union una historia titulada «Von Kempelen y su descubrimiento». En el texto se decía que un químico alemán, el barón Von Kempelen, había encontrado la manera de transformar el plomo en oro. El relato concluye afirmando que la noticia del descubrimiento había hecho que el precio del plomo se disparara un 200% y la plata un 25%. En este último caso la broma iba claramente dirigida a todos aquellos que estaban poseídos por la fiebre del oro. Su inesperada y misteriosa muerte ese mismo año explica que este fuera su último intento de engaño.

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