En busca de Philip K. Dick de Anne R. Dick es no solo la excusa perfecta para volver sobre la figura de uno de los autores más laureados de la ciencia ficción, autor de obras tan trascendentes como ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (más conocida como Blade Runner) o El hombre en el castillo, sino la mejor manera de aproximarse a una biografía caótica, llena de momentos oscuros, de genialidad, de anécdotas descarnadas. La caída al pozo más oscuro de un hombre que llenó de luz la ciencia ficción:
Phil Dick conoció a Anne Rubenstein en 1958, y muy pronto se convirtieron en compañeros intelectuales y se casaron. Más allá de una vida tranquila y del carácter alegre y cariñoso que mostraba en los círculos de amigos y familiares, Phil era una persona en lucha permanente con sus propios demonios.
Anne fue testigo privilegiada de la creciente paranoia y desconexión del escritor con la realidad, y nos ofrece en estas memorias un retrato cercano del joven carismático que llegó a convertirse en uno de los escritores más notorios del siglo XX. Tierna y descarnada al mismo tiempo, nos acerca de primera mano a los extremos del genio cautivador y del infierno interior de Philip K. Dick.
Cualquier opinión sobre material biográfico resulta vacía. No se puede criticar una vida, como quizás no pueda escribirse esta, pero el valor de En busca de Philip K. Dick radica, primeramente, en la honestidad de su autora. La que fue esposa del escritor (no la única que tuvo, esta es una de las cosas que sorprenden a los que desconocíamos la vida de Dick) es mordaz, cínica, habla sin tapujos, pero a la vez está dotada de sensibilidad, de una memoria prodigiosa, y sabe transmitir sin ambages una vida marcada por la tragicomedia. Gigamesh recupera este libro que se editó hace ya casi tres décadas en una edición en tapa dura y una traducción muy acertada de Lluís Delgado.
Su lectura resulta no solo interesante, sino esclarecedora. Personalmente desconocía todo sobre la vida de Dick (no sobre su obra), y precisamente para entender esta última es por lo que la lectura de esta obra supone un apoyo. Primero, impresiona la claridad con que la autora habla de las miserias familiares, muchas de las cuales tenían su foco en el escritor, así como la gran cantidad de relaciones con mujeres, matrimonios y engaños que perpetró esta figura casi legendaria, que padecía problemas mentales y abusó de las drogas. La forma en que trató a los suyos, los temas que le inquietaban, cómo sus mujeres, sus hijos y la geografía americana influyeron en su obra está aquí, en esta biografía apócrifa, no autorizada, pero con la aspiración de resultar incontestablemente verdadera.
Y su lectura es amena, entrañable incluso, aunque ahonda poco en los temas literarios. No es raro, ya que estamos ante material biográfico, pero me hubiera gustado que se hablara más sobre la literatura de Dick, quizás no a nivel académico, no como un estudio estilo Cátedra, pero algo más. Se tarda en llegar a hablar del Dick literario, una vez que se han establecido las anécdotas que componen el matrimonio de Philip y Anne, y cuando se hace, por suerte, se habla del proceso creativo del autor (algo que resulta perturbador y divertido). Pero, de nuevo, se ahonda de forma bastante superficial o a través de terceros. Lo que más me ha gustado de esta biografía es el material epistolar que reúne su autora: cartas escritas por Dick, a Dick, entrevistas a personas que lo conocieron en determinados momentos, que compartieron momentos, que arrojan luz sobre oscuros acontecimientos del autor. Célebre resulta la lectura de su visita a la V-Con en Vancouver, conocer sus escarceos con otras mujeres, su creciente paranoia, los motivos que lo arrastraron a múltiples episodios depresivos…
Es un asunto complicado conocer a tus héroes. Las biografías de grandes hitos del arte suelen estar sesgadas, ser poco parciales, o demasiado. En busca de Philip K. Dick no podría denominarse una biografía como tal; tampoco un estudio académico sobre el autor. Es casi un libro de anécdotas, un libro de cartas, un artefacto que recoge una figura misteriosa, llena de problemáticas, que dio a luz algunas de las mejores novelas de la historia de la literatura. Un libro algo denso, quizás, pero lleno de revelaciones. Una lectura que se aleja de lo típico y que se presenta en una edición realmente única. Ojalá coseche éxito y Gigamesh se anime a publicar otros libros biográficos de grandes autores del género.
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