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Para cualquier persona que haya crecido a finales de la década de los noventa es difícil imaginar cómo era la vida antes de Amazon. Pero Amazon no siempre estuvo ahí. De hecho, como muchas otras grandes compañías, tuvo unos inicios humildes a principios de esa misma década. Fundada en el garaje de la casa de los padres de Jeff Bezos, en Bellevue, Washington, Amazon no comenzó como Amazon. El primer nombre que se le ocurrió a Bezos fue «Cadabra», derivado del encantamiento «abracadabra», pero no tardó en darse cuenta de que sonaba demasiado a «cadáver», por lo que le cambió el nombre a «Relentless». No fue hasta que conoció a Leonard Riggio, el presidente de Barnes & Noble, que Bezos se dio cuenta de que necesitaba un nombre con más proyección. Por fin, un día, mientras miraba un diccionario, Bezos se encontró con la palabra «Amazonas», en referencia al río más grande del mundo, y de ahí derivó su nombre.

Amazon comenzó a vender, primeramente solo libros, a principios de julio de 1995. En su primer año, sus ventas superaron el medio millón de dólares. Sin embargo, ¿cuál fue el primer libro que se vendió en la plataforma? Primeramente haremos referencia a su comprador: John Wainwright. Se trata de un científico informático clave para el desarrollo de ciertos lenguajes como ScriptX o MaxScript. A comienzos de 1995, era empleado de Kadelia Labs, ubicada en Mountain View, California. Uno de sus amigos, Shel Kaphan, que fue uno de los primeros empleados de Amazon, le mandó una invitación a la página todavía en beta para comprar un libro.

El primer libro que Wainwright pidió, el 3 de abril de 1995 (aunque Amazon se inauguró oficialmente en julio) fue Fluid Concepts and Creative Analogies: Computer Models of the Fundamental Mechanism of Thought, escrito por Douglas Hofstadter y publicado en BasicBooks en 1995. El precio que pagó por el libro de tapa dura de 518 páginas fueron 27,95 dólares. En una entrevista Wainwright dijo que todavía tiene el albarán original, con el logotipo original de Amazon, inspirado en el río Amazonas y la nota que decía «¡Gracias por comprar en Amazon.com!» y que el libro todavía está en su historial de pedidos. Se dice que el libro no estaba en los fondos de Amazon y que el propio Bezos, para no retrasarse en el envío, buscó el libro por todas partes para encontrar una copia.

¿Por qué Wainwright pidió este libro en concreto? En una entrevista explicó que el libro trataba sobre inteligencia artificial y modelado de la cognición humana y que le sirvió para ponerse al día de lo que estaba ocurriendo en esa materia. El libro, por cierto, todavía está disponible y se puede comprar tanto en tapa dura como en edición de bolsillo (e incluso es posible encontrar alguna primera edición).

La pregunta sobre el primer libro comprado por Wainwright lleva necesariamente a otra cuestión. ¿Cuál fue su segundo libro comprado en Amazon? Pues en este caso fue Las primeras mil palabras en ruso de Heather Amery. Como Wainwright explicó, estaba a punto de adoptar a una niña rusa y pensó que era necesario aprender algo de ese idioma.

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