Las seis firmas de Shakespeare

Las seis firmas de Shakespeare

   Imagínate que en lugar de William Shakespeare el poeta más grande de las letras inglesas se llamara William Shaxberd o William Shagspere. Ahora deja de imaginar, porque podría haber ocurrido. En tiempos del dramaturgo las normas ortográficas todavía no se habían fijado y existían tantas vacilaciones que, como consecuencia, hoy en día se consideran posibles ochenta y tres formas distintas de escribir el apellido de Shakespeare. La confusión, en realidad, es solo para la mentalidad moderna, porque para cualquier coetáneo de Shakespeare o incluso para el propio Shakespeare no existía la noción de escribir su nombre de una forma correcta o incorrecta ni tenía la necesidad de hacerlo siempre de la misma manera.

   Eso explica que hasta el propio Bardo tuviera problemas para escribir su apellido de la misma forma. Según el experto en manuscritos Charles Hamilton, el autor llega a firmar hasta con seis apellidos distintos: Shackper, Shakspear, Shakspea, Shackspere, Shakspere y Shakspeare. Incluso en un mismo documento podemos encontrar tres formas distintas de escribir su apellido. Ocurre nada más y nada menos que con su testamento, lo que es significativo de lo poco que le importaba el asunto.

   Pero si nos atenemos a los documentos la cuestión no es que se aclare mucho precisamente. Fue bautizado como Shaksper, se casó como Shaxpere aunque en el anuncio del enlace matrimonial se le mencionaba como Shagspere y, finalmente, fue enterrado como Shakspeare. Parece que entre tanta vacilación el dramaturgo prefería Shakspere, que es como lo llamaba su padre, aunque en el mundo del teatro siempre firmaba como Shakespeare, lo que ha pesado mucho para decidir el modo de escritura definitivo. El hecho de que utilizara sobre todo dos nombres, Shakspere para el ámbito privado y Shakespeare para el público, ha llevado a algunos entusiastas shakespeareanos a creer que en realidad eran dos personas distintas, algo completamente absurdo porque con tanta vacilación parece arbitrario limitarse solo a dos personas cuando podríamos hablar de casi un centenar.

   Cuando el Bardo empezó a generar interés después de la Restauración se le empezó a conocer como Shakespear, en un intento por hacerle parecer más moderno, porque la «e» se consideraba entonces pasada de moda. A mediados del siglo XVII la «e» final volvió a su sitio pero en su lugar desapareció la primera «e», quedando como Shakspere, quizá por respeto a algunas de sus firmas. Así se mantuvo durante mucho tiempo, hasta que hace apenas unos cien años de fijó de forma definitiva como Shakespeare, que es como lo conocemos hoy en día. Pero que hoy en día conozcas a William Shakespeare como William Shakespeare es una cuestión que bien poco tiene que ver con el propio Shakespeare.

Comentarios

comentarios