Como reconoce David Moody en su blog, justo después de terminar de escribir Ciudad zombie el autor ya tenía en mente una continuación. Y no es para menos, teniendo en cuenta que la novela finaliza de manera que la secuela parece inevitable. ¿Y qué podemos esperar, entonces, de una historia de zombis que se continúa en una tercera parte que bien podría haber formado una sola novela con la segunda? ¿Acaso no es más de lo mismo? Muy al contrario, en un intento por no repetirse y escribir otro tipo de novela, con Zona zombie Moody consigue seguramente el mejor libro de toda la trilogía.
Con la publicación de Septiembre zombie Moody recibió no pocas críticas por parte de una gran parte de los lectores del género. Hay que tener en cuenta que el escritor hizo una apuesta muy arriesgada: tratar de escapar de los clásicos clichés del género zombi y utilizar un tipo de muerto viviente que no comía carne, por lo menos no de forma explícita. Los zombis de Moody eran tan mortíferos como los de cualquier otra historia de zombis, pero el peligro que representaban no se dejaba claro desde el primer momento. Es más, apenas se intuía a lo largo del primer libro de la trilogía. Así que como respuesta a todos aquellos que dudaban de que los zombis de Moody representaban un peligro real, el autor decidió dar un giro de 180 grados a su historia.
Liberado ya de la necesidad de hacer largas introducciones que expliquen los primeros días del virus, Moody empieza Zona zombie con una verdadera explosión de acción, una de esas trepidantes escenas que tanto gustan a los amantes del género. Esa va a ser, de hecho, la tónica general de este último libro. Los militares, que generalmente son los que salvan la situación, aparecen aquí como un elemento inútil, atrapados en un búnker del que no pueden salir sin peligro de contagiarse del virus y morir. La referencia a George A. Romero vuelve a estar presente, esta vez a su película Día de los muertos ‒que por cierto también es una tercera parte‒, pero Moody quería tomar por otro camino y en lugar de mantener a sus personajes en el búnker hace que escapen contra todo pronóstico.
Moody ha dejado a un lado todas las reflexiones morales y existenciales de las dos entregas anteriores y se ha centrado en escribir acción. Los personajes, por otra parte, empiezan a definirse: la relación de Emma y Michael va progresando, el liderazgo de Cooper se acentúa y muchos de esos personajes que no lograban encontrar su voz van tomando cuerpo. A su vez aparecen personajes nuevos que van encajando bien en la trama. E incluso los nuevos protagonistas, como es el caso de Richard, consiguen un hueco en la historia sin desafinar.
Una vez en un lugar relativamente seguro las circunstancias hacen que los personajes se planteen escapar a una isla llamada Cormansey, uno de los tópicos más comunes del género zombi y que encontramos en novelas como Apocalipsis island de Vicente García o en la trilogía de Manel Loureiro Apocalipsis Z. Aunque, a diferencia de esas novelas, ya al final del libro, los zombis, que habían ido evolucionando a lo largo de toda la historia, muestran una espeluznante transformación, apenas sugerida, lo cual puede ser una nueva apuesta arriesgada, ya que cuando los zombis empiezan a manifestar cualidades que se salen del patrón tradicional muchas veces chirrían. De cualquier modo, esto vuelve a dar pie a posibles continuaciones. Según he podido comprobar por Internet Moody completa la trilogía con tres libros más, pero que sepa todavía no están traducidos y editados en español.
En definitiva, Zona zombie tiene todo lo que le falta a sus predecesoras: un ritmo que te hace perder un aliento, unos personajes mejor definidos, unos zombis que sí dan miedo o, por lo menos, respeto y un sentimiento de desesperación palpable. ¿Merece entonces la pena leer la trilogía entera o es posible saltar directamente a Zona zombie? Si bien es cierto que la novela tiene cierta una autonomía que permite leerla de forma independiente de las dos primeras partes, lo recomendable es leer la trilogía completa para tener una imagen más completa de la evolución de los personajes ‒sobre todo de Emma y Michael‒ y del universo de ficción creado por Moody.
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