No pocas veces observamos –entre la maravilla y la mala leche– que las cosas no ocurren tal y como parecían ocurrir. Que en el último momento un evento inesperado transmuta la realidad que esperábamos para convertirla en algo bien diferente (y por lo general mucho menos útil de lo que esperábamos).
Pero no deberíamos extrañarnos de estas situaciones, porque vivimos en un universo en el que nuestra lógica y sentido común no son exactamente válidos. De hecho –y siento ser yo quien os lo diga– vivimos en un universo en el que sabemos que nuestra lógica y sentido común no son válidos.
No puedes saberlo todo
Me imagino qué frustrante debió haber sido el primer humano en comprender que no teníamos mucha idea de cómo funcionaba el universo en el que habitábamos. En que las leyes que pensábamos lo regían (y por tanto regían nuestras vidas) tendían no solo a cambiar ante nuestros ojos, sino también a hacerse añicos en según qué situaciones.
Muchos han oído hablar de Heisenberg –aunque sea de manera tangencial a través de la serie Breaking Bad–, el primer físico que comprendió que resultaba imposible saber la velocidad de una partícula y su posición en el espacio.
Ojo, que hay que ponerse en situación y analizar el vértigo que debió suponer descubrir aquello. Veníamos de que Newton nos dijese que su Ley Universal controlaba el universo desde las manzanas de los manzanos hasta los planetas y los sistemas solares. Y tras décadas de estudio todo aquello quedó desmantelado con un enunciado físico.
Chiste para físicos en forma de minino
Sí, es cierto que para objetos macroscópicos (véase una bola de billar) todavía podía aplicarse la teoría newtoniana y saber dónde y a qué velocidad se mueve. Pero en el momento en que tratábamos con partículas subatómicas –adivina de qué estás hecho tú– empezamos a no poder ver el universo en tiempo real.
La analogía en un paso de cebra es ver que hay un coche cerca (pero no saber si se está moviendo hacia nosotros) o saber que hay un vehículo que se mueve hacia nosotros (pero sin saber si está cerca o no). ¿Cruzarías?
¿Confundidos? Bien, porque esa es en esencia nuestra posición ahora mismo en el universo. Confundidos.
No se puede separar el espacio del tiempo
Esto se atribuye a Einstein, quien se percató de algo todavía más raro que el principio de indeterminación de Heisenberg. Se dio cuenta de que el espacio y el tiempo eran lo mismo, dos manifestaciones del mismo fenómeno observados desde un limitado punto de vista humano.
Esto es todavía más complicado de visualizar, pero ejemplificarlo con un objeto y su sombra podría ser una posibilidad. Todo objeto iluminado arroja sombra, al igual que todo espacio perceptible tiene (es) tiempo.
No puedes vaciar un objeto
Como consecuencia casi directa de lo de arriba, el universo nos dio otra sorpresa hace algún tiempo. Y es que resulta que el vacío no existe, y que lo que hacen los supermercados con la comida en realidad solo es quitar aire del blíster. Pero lo cierto es que dentro del blíster hay todavía mucho espacio (y mucho tiempo) transcurriendo constantemente.
Por mucha materia que consigamos extraer de, por ejemplo, una caja, siempre habrá dentro espacio y tiempo. Este es bastante obstinado, y eliminarlo resulta imposible.
Imagina una caja de 1 m de lado. Un cubo, vaya. Extraída toda la materia de él nos preguntamos, ¿cómo podemos extraer también todo lo demás que hay dentro, el espacio y el tiempo? de modo que colocamos un pequeño agujero negro supermasivo en cada uno de los lados del cubo porque sabemos que este tipo de objetos celestes estira del espacio como si de una sábana se tratase (como se ve en la imagen).
El problema es que el espacio se estira hasta el infinito. Es como un mantel en el que siempre aparecen nuevas paralelas a medida que tiramos de él. Tan solo si aplicamos energía infinita seríamos capaces de vaciar de verdad el cubo, con tan mala para que al no haber nada dentro tampoco habría universo, pasando de estar vacío a no existir.
Menuda putada.
No hay bolita: el electrón trilero
Te han dicho durante estas décadas que llevas vivo que «la materia ni se crea ni se destruye», algo que no es en absoluto cierto. La verdad es que la materia se crea y se destruye de manera constante, aunque para hablar con formalidad podríamos decir que la materia-energía brota y se sumerge desde y hacia un espacio que no acabamos de comprender del todo.
También te han dicho que los electrones dan vueltecitas alrededor del átomo como la Luna alrededor de la Tierra. Otra cantinela, porque la verdad es que el electrón no orbita en sus órbitas, sino que aparece aquí y allí, sumergiéndose fuera del universo durante un periodo de tiempo imposible de medir y apareciendo de nuevo en un punto relativamente cercano tan solo para volver a hacer de nuevo ese truco de magia.
Y eso ocurre con todos los electrones de todos los átomos del universo.
Representación más fiable que verás del comportamiento de un electrón
¿Confundido? Es normal, porque este universo no es intuitivo para los humanos. Aquí nuestro sentido común es poco aplicable. Es lógico estar confundido, porque las cosas no pasan como creemos que van a ocurrir, y el universo es mucho más confuso para la lógica humana de lo que pensábamos en un principio.
Bienvenido al universo.
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