En 1975 el 16,82% de la población española estaba jubilada. Al principio de 2019 el porcentaje jubilado ascendía al 29,94%. Entre medias hubo un ascenso gradual a medida que la esperanza de vida a los 65 años (INE) pasaba de los 15,24 años a los 21,27 años en 2018. Cada vez vivimos más, y cada vez hay más jubilados por trabajador activo. ¿Y cuando todos estemos jubilados?
En el gráfico inferior podemos observar este aumento lento pero constante de la esperanza de vida, así como el aumento lento y paulatino del porcentaje de jubilados. Si la pirámide poblacional —para alivio del medio ambiente— se está invirtiendo, la tendencia es obvia: los jubilados llegarán al 35%, superarán el 40%, se asomarán al 45% y se convertirán en la mitad de la población.
Uno de cada tres españoles está jubilado o a punto
El INE (Instituto Nacional de Estadística) no usa la palabra “jubilado”. En su lugar habla de “personas dependientes de más de 64 años”. Aunque existen importantes diferencias económicas entre la renta mínima y máxima es importante destacar cómo todos y cada uno de los jubilados reciben cierta cantidad en forma de pensión, sin contar las pensiones por invalidez.
Su tasa es lo que observamos en la gráfica de arriba, en verde. En 2019, por cada 100 españoles activos hay con más de 64 años y son dependientes, según el INE. La cifra seguirá aumentando en los próximos años. Por contra, en la gráfica de abajo observamos la tasa de empleo, que se define como el porcentaje de personas empleadas entre la población en edad de trabajar.
Jubilados por cada 100 trabajadores
La tasa de empleo aparece en naranja, y puede observarse una caída importante debido a la crisis económica de 2008. Su horizontalidad relativa no debe engañarnos. Recordemos que la tasa de empleo se divide entre las personas en edad de trabajar: entre 16 y 65 años, siendo cada vez menos las personas en edad de trabajar a medida que aumenta el porcentaje de jubilados.
Una franja de edad que sí crece en España son las personas entre 55 y 64 años. Por desgracia para ellos, también crece su in-empleabilidad: en amarillo observamos un crecimiento del paro en esta franja de edad de difícil recuperación. Las personas de esta edad tienen muchos conocimientos valiosos, pero su reciclaje para adquirir nuevas habilidades resulta complicado.
En rojo vemos la curva más peligrosa de todas, y a la que buscábamos llegar: “cada vez hay más jubilados por trabajador activo”, decíamos al principio. Si hacia 2002 (por desgracia no hay cifras anteriores) había 52 jubilados por cada 100 trabajadores activos, en 2019 hay 60 jubilados por cada 100 trabajadores. La cifra seguirá aumentando año a año, claro.
¿Quién va a pagar todo esto?
Las cifras anteriores indican que por cada trabajador hay 0,60 jubilados. Sin contar otras dependencias como niños pequeños, diferentes grados de discapacidad o enfermedades, parece que las cuentas de las pensiones no encajan en el modelo de decrecimiento poblacional en el que España entró en 1982. Este fue el año en que pasamos de 2,04 hijos por mujer a 1,94.
No hay que ser muy hábil con las tendencias mundiales (que van por el mismo camino) o con las tendencias en general para darse cuenta de que el número de pensionistas por trabajador va a seguir creciendo, por lo menos, un par de décadas. Si tenemos suerte, más. Recordemos a nuestro querido amigo el Medio Ambiente, ese que nos da aire para respirar, y el impacto de cada generación.
Vamos, que no pasa nada porque España pase de 46,9 millones de habitantes a 23,45 millones, pero sí que pasa si de estos la mitad son jubilados y seguimos con el mismo mecanismo de capacidad productiva y reparto de capital. Este aumento de la longevidad por sanidad, crecimiento de la tasa de paro por automatización y reducción de hijos por mujer por motivos varios, no nos viene bien por dinero.
Los defensores de la Renta Mínima Universal tienen en esta tendencia un puntal más. Al menos durante unos cuantos años. Quizá la tendencia cambie llegado a un cierto número de personas. Es posible que en 40 millones de personas logremos un equilibrio entre población activa y pensionistas varios, aunque no tiene pinta si cada vez hace falta menos gente para producir.
Como ventaja, en el horizonte bien podríamos tener una jubilación desde los 18 años, un deseo que muchos lectores tenemos. Sea como fuere espero que nuestros gobernantes tengan en cuenta datos como estos si no queremos llevarnos una sorpresa en unos años.
Imágenes | Aaron Andrew Ang
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