Como resultado del intenso desarrollo tecnológico de los últimos tiempos el mundo literario cada vez parece estar más cerca de una escalofriante realidad: los ordenadores podrían dejar sin trabajo a los escritores. No es solo ya que exista una competición de programadores para desarrollar un sofware capaz de escribir una novela original y legible ‒el NaNoGenMo‒, ni que se haya publicado ya un libro con estas características, es que hemos sabido que recientemente una novela coescrita por un programa informático casi gana un premio literario. Sin embargo, el oficio de escritor no es el único que el adelanto tecnológico podría haber puesto en peligro.
Que tiemblen también los editores: se ha desarrollado un algoritmo que puede seleccionar una novela con altas posibilidades de convertirse en un éxito de ventas. No parece algo totalmente descabellado. Al fin y al cabo, la fórmula que hace que una novela se convierta en un bestseller se ha estudiado y se conoce bien.
Esta insólita noticia proviene de la plataforma de publicación digital para escritores emergentes Inkitt, que ha lanzado un comunicado en el que anunció que ha trabajado con Tor Books, una editorial centrada en el género de fantasía y de ciencia ficción, para desarrollar un algoritmo que seleccione una novela con altas posibilidades de convertirse en un éxito de ventas. Inkitt parte de la siguiente idea: la industria editorial se basa en opiniones subjetivas y parciales para decidir qué libros merecen ser publicados. Eso explica que se hayan cometido gravísimos errores ‒aquí y aquí hay un par de ejemplos‒ o que se produzcan situaciones inexplicables como el hecho de que Harry Potter fuera rechazado por trece editores o Carrie de Stephen King por treinta. Afirman en Inkitt que el único parámetro que se tiene en cuenta para juzgar si un libro es digno de ser publicado es que guste a sus lectores. Por lo demás, ¿quién es cualquiera para decidir por sí mismo qué es lo que tiene que gustarle a los lectores y por tanto qué debe ser publicado?
Para tomar una decisión completamente objetiva de si un libro merece ser publicado, la inteligencia artificial de Inkitt analiza los patrones de lectura en la plataforma. De esta forma, se supone que el éxito del libro una vez publicado está garantizado.
El libro elegido por este método ha sido Bright Star de Erin Swan, una novela juvenil cuya acción tiene lugar en Paerolia, una tierra fantástica dividida y destrozada por la guerra y la corrupción. La novela, que será lanzada en verano de 2017, fue presentada a un concurso de la plataforma en el que precisamente se competía por eso: la posibilidad de ser publicado. Ali Albazaz, fundador de Inkitt, considera que el acuerdo con Tor Books es «una señal clara para la industria editorial de que el análisis predictivo de datos es el camino del futuro». El próximo libro que Inkitt tiene previsto publicar utilizando este método es una novela romántica de amor homosexual titulada Just Juliet.
Artículo molón e muy probable. Quizás Isaac Asimov no se preocupó demasiado por el futuro de la literatura que le dio fama, la ciencia ficción, pero lo cierto es que, de aquí a 50 años, es posible que nosotros mismos veamos como los oficios de redactor, escritor o editor se limitan a la supervisión del trabajo de máquinas. ¿Sería posible?
Con la llegada de la IA, ¡Desde luego! Nuevamente, muy buen artículo (algo inquietante, como todo lo que merece la pena en esta vida).
Sería muy irónico eso que dices. Actualmente las máquinas las usamos para supervisar el trabajo humano; pensar que en el futuro sea al contrario, que seamos los humanos quienes supervisemos el trabajo de las máquinas, es una perspectiva inquietante. Creo que si llegamos a ese punto, o mejor dicho, cuando lleguemos a ese punto, las máquinas no necesitarán a los seres humanos para supervisar su trabajo, serán capaces de supervisarse a sí mismas. ¿Imaginas literatura escrita y editada por máquinas para ser leída por máquinas? ¿Lo llegaremos a ver?