
Hitler y Eva Braun (vía Shutterstock).
El 30 de abril de 1945, cuando las fuerzas aliadas convergían en la capital de la Alemania nazi, Hitler se suicidó dentro de su Führerbunker. Temiendo que su cuerpo pudiera ser colgado o mutilado como el de Benito Mussolini, dio órdenes para que su cadáver y el de su esposa Eva Braun fueran incinerados tras su muerte. Cuando los soviéticos tomaron la Cancillería el 2 de mayo comenzaron a buscar el cadáver de Hitler y se supone que como muy tarde ya lo habrían localizado el día 9, porque ese día Fritz Etchmann, que había trabajado para el odontólogo de Hitler, identificó un par de puentes dentales. El ex primer ministro soviético Yuri Andropov ordenó que los restos, calcinados, fuera arrojados al río Biederitz, para evitar que ningún lugar se convirtiera en un sitio de peregrinación para fascistas. Sin embargo, a pesar de que la muerte de Hitler había sido confirmada por los rusos en 1955, no se mostraron evidencias sustanciales, salvo esos detalles odontológicos.
Esto, unido a la negativa soviética de colaborar con las investigaciones de los aliados occidentales sobre el final del Führer y el paradero de su cadáver, dio pie a toda clase de mitos sobre su muerte. Por ejemplo, que en la Cancillería hubiera permanecido un doble de Hitler mientras el verdadero lograba escapar de Berlín, junto a otros altos cargos, incluidos Adolf Eichmann y Josef Mengele, y se refugiaba en algún paraíso en Sudamérica. Esta hipótesis tomó fuerza cuando el arqueólogo y especialista en huesos de Connecticut Nick Bellantoni examinó fragmentos del cráneo que se creía Hitler en 2009, afirmando en el documental de History Channel La huida de Hitler que el cráneo con la herida de bala en realidad pertenecía a una mujer menor de 40 años ‒las autoridades rusas, por su parte, no tardaron en negar que el equipo de Bellantoni hubiera tenido acceso al cráneo‒.
Pero ahora, según Deutsche Welle, un estudio de los supuestos dientes de Hitler en el Russian State Archive determinó que existe una coincidencia exacta, confirmando que el Führer efectivamente murió en su búnker, probablemente tomando cianuro y disparándose a sí mismo en la cabeza. «Adolf Hitler definitivamente murió en 1945», informa Agence-France Presse, que explica que en marzo y julio de 2017 el gobierno ruso había dado acceso a un equipo de expertos franceses a la mandíbula y dientes de Hitler.
Se sabe que Hitler tenía una mala dentadura y una enfermedad en las encías ‒lo que hacía que tuviera un mal aliento, sobre todo en los últimos años de su vida‒ porque está documentado. Al final le quedaban pocas piezas originales en la dentadura, lo que hizo que identificar la mandíbula fuera relativamente fácil. Los dientes coincidían con los rayos X tomados a la dentadura de Hitler en 1944 y con las descripciones proporcionadas a los soviéticos por el dentista de Hitler y su ayudante. Además no se encontraron restos de carne, algo lógico teniendo en cuenta que Hitler era vegetariano. Algunos de los dientes postizos tienen manchas azules, lo que podría indicar que el Führer tomó cianuro para acabar con su vida. Además, al no haber pólvora en la mandíbula, se uede saber que el tiro se produjo en la frente o en el cuello, pero no introduciendo el cañón dentro de la boca.
Esto ha sido posible debido a que el Ejército Rojo conservó una parte de la mandíbula y un pedazo de cráneo con una herida de bala, posiblemente siguiendo un plan de Stalin para sembrar dudas sobre la muerte de Hitler en una estratagema llamada «Operación mito», ideada para hacer creer al mundo que los estadounidenses o los británicos lo tenían oculto por algún oscuro motivo. Este fue el inicio de las teorías conspiratorias acerca de que Hitler consiguió escapar del búnker y mantenerse con vida.
«Los dientes son auténticos, no hay duda posible. Nuestro estudio demuestra que Hitler murió en 1945», afirmó Philippe Charlier, autor principal del estudio en el European Journal of Internal Medicine, a la AFP. «Podemos detener todas las teorías de la conspiración sobre Hitler. Él no huyó a Argentina en submarino, no está en una base oculta en la Antártida o ni en el lado oculto de la luna».
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