Hay un tipo de lector que es feliz cuando la literatura sobrepasa los límites del libro. Lectores que disfrutan tomándose un café en una taza con la cara de Walt Whitman, llevando una camiseta en la que hay escrito un poema de García Lorca, viendo la película de La naranja mecánica y comparándola ‒o no‒ con el libro, o jugando a algún videojuego basado en una novela. Esto último, sin embargo, no es tan común como debería. Aunque los desarrolladores de videojuegos están empezando a tomar conciencia del filón creativo que hay en la literatura, como ya lo hicieron en su día los cineastas, la industria todavía está en pañales en este sentido. Basta con echar un vistazo a la oferta existente para dispositivos móviles. Y eso que uniendo ambos mundos se pueden conseguir grandes cosas, como ya demostraron los chicos de Play Creatividad con iPoe y con iDickens.

Por eso, cuando aparece un nuevo proyecto que lo hace, debemos celebrarlo. En este caso, el equipo de Gametopia ha lanzado un aplicación para Android e iOS también centrada en Edgar Allan Poe, pero con un enfoque completamente distinto. Se trata de un juego en el que se tendrán que recuperar palabras robadas de los cuentos y poemas del autor, mientras se surcan los cielos y las profundidades de un mundo de estética steampunk, arrasado por una devastadora guerra mundial.

La dinámica del juego es muy sencilla: convertidos en Poe, nos encontramos a lomos de una gigantesca pluma a reacción y tendremos que pulsar la pantalla para impulsar la montura, recogiendo letras que nos ayuden a componer la palabra que falta. En nuestro camino tendremos que huir de distintos enemigos y esquivar diferentes obstáculos, como gases y burbujas venenosas y minas; además contaremos con algunas ayudas como frascos de láudano que nos indicarán qué letras tenemos que conseguir, tarros de tinta para aumentar la velocidad o peces volares que nos permitirán alcanzar determinados logros. Cada nivel se corresponde a un capítulo que, junto con otros tres más y un epílogo con enemigo final, conforman un relato. El juego tiene en total cinco relatos, que vienen precedidos y presentados por un cómic en el que se conjuga con gran acierto imagen y texto. El número de escenarios y niveles no es demasiado alto, en una apuesta más por la calidad que por la cantidad.

   No obstante, el punto fuerte de Allan Poe´s Nightmare no es tanto su jugabilidad como otros aspectos. Para empezar, el guion no solo no tiene nada que envidiar a cualquiera de las historias de Poe, sino que nos servirá como medio para descubrir o redescubrir algunos de los relatos y de personajes más relevantes de su obra. La idea que sirve como punto de partida de la trama es tremendamente interesante. Nos encontramos en 1849 y Poe, abandonado por las musas, se encuentra sin inspiración para seguir escribiendo. Desesperado, decide recurrir al láudano, buscando algún tipo de estímulo. Pero en lugar de eso, acaba entrando en una especie de mundo distópico, una pesadilla aparentemente creada por su propia mente, que está siendo devastado por la Muerte Roja y que solo podrá salvarse si se recuperan los fragmentos perdidos de su obra, según nos relata nuestro guía Chevalier Auguste Dupin. Así, a lo largo de los cinco relatos, atravesaremos escenarios reales e imaginarios ‒desde Londres o París hasta Maelström‒, siempre inspirados en la obra del autor.

Lo que nos permite ponernos en contacto con el trabajo de Poe es que la historia está llena de referencias a sus cuentos y a sus poemas. Por si estas referencias literarias no quedaran lo suficientemente claras, al final de cada cómic se accede a una explicación final donde se hace explícito el vínculo. De esta manera, Allan Poe´s Nightmare se convierte en una invitación a visitar la obra de Poe.

Otro de los aspectos destacados del juego es el trabajo artístico. Para recrear el mundo onírico de Poe se han utilizado prácticamente dos colores, el blanco y el negro, con algunas pinceladas de rojo ‒no podía ser de otra forma la Muerte Roja‒ y de verde. El diseño, de inspiración steampunk, es sencillo y minimalista pero elegante. Cada escenario tiene un estilo propio, reflejando un gran trabajo de ambientación. El apartado estético se completa con una banda sonora compuesta por una selección de piezas de compositores clásicos como Dvořák, Bach, Chopin, Brahms o Prokofiev, que tiene la capacidad de hacer que la inmersión en la obra de Poe esté aún más lograda.

Es evidente que Allan Poe’s Nightmare es un juego que conquista más por su narración y por su diseño estético que por su jugabilidad, que se ha intentado simplificar al máximo para adaptarlo a los dispositivos móviles. Quizá se podría haber llevado a cabo un producto mucho más equilibrado, pero no hay ninguna duda de que se trata de un homenaje en toda regla a Edgar Allan Poe y a su obra. Si no has leído nunca a este autor, te despertará el gusanillo por hacerlo y si lo has hecho, disfrutarás descubriendo todas sus referencias.

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