Todo lo que vivimos actualmente es consecuencia de aquello que sucedió hace décadas. Todo lo que vamos a vivir en unas décadas será consecuencia de todo lo que hagamos (o no hagamos) en la actualidad.
‘Así empieza todo‘ (2020), de Esteban Hernández Jiménez, constituye un interesante repaso de los hechos que nos han llevado a donde estamos, y que podrían definir nuestro futuro. ¿Cómo y por qué ha ascendido China y cuál ha sido nuestro rol? ¿Cómo se ha descompuesto el territorio? ¿Por qué las relaciones laborales se agrietan? ¿Es la estratificación social el nuevo contrato?
El comportamiento de las naciones se debe a menudo a un nivel de inercia que ata de manos a los dirigentes, de forma que «la ortodoxia se convierte en un obstáculo mayúsculo» y se opta siempre por lo conocido en lugar de por lo correcto, incluso cuando hay señales obvias de que lo conocido es todo menos una solución óptima. Pero claro, para ello es imperativo hacer un análisis correcto de la realidad, y con frecuencia se «identifica las consecuencias como causas».
Debido a elementos como estos, China crece y se expande por el mundo mientras los Estados Unidos y Europa se repliegan, tratando de proteger lo que tienen. Esto genera tensiones de recursos en el seno de ambos continentes. Si dejamos de crecer, lo que hay hay que repartirlo de alguna forma, y muchos no están dispuestos a compartir. La concentración de recursos en manos de cada vez menos personas es uno de esos graves problemas de la actualidad.
Copiando a Estados Unidos, China está cayendo en los mismos problemas de concentración de recursos que el Nuevo Continente, pero a una velocidad desorbitada. Y, mientras tanto, crece la interdependencia entre ambas potencias. China tiene medio Wall Street pero al tiempo necesita a compradores estadounidenses. Es un equilibrio complejo.
En el libro, Esteban habla de «el secreto del éxito chino» y de una política opuesta a la estadounidense en muchos aspectos. China no necesita invadir un país para quedarse con un mercado, sino que ha optado por ayudar a desplegar infraestructuras. Mientras que la población china ve el futuro con esperanza, los europeos lo afrontamos con incertidumbre.
En el fragor del miedo aparece la polarización y el radicalismo. Hay quien se pregunta si merece la pena perder derechos democráticos si con ello podemos seguir creciendo o ganar estabilidad. «Las personas se vuelven individualistas, pero ya no como fruto de la convicción, sino de la necesidad» y la confianza en las instituciones cae. ¿Hay salida?
En el horizonte se marcan algunas líneas de acción: dispersión urbana, polarización política, independencia e incluso antidemocracia. Si han sido los valores ‘europeos’ los que nos ha llevado a esta situación, ¿no es coherente adoptar otros que funcionen ‘mejor’? Nuestro modo de vida, modo de organización social o economía está siendo cada vez más cuestionado. ¿Daremos con las claves correctas para capear el futuro, o seguiremos actuando sin realizar análisis correctos?
‘Así empieza todo‘, de Esteban Hernández Jiménez, es un volumen clave para entender cómo hemos llegado a donde estamos, con sus pros y sus contras, y en el que se atisba cómo podríamos solucionar alguno de los graves problemas actuales. Sin embargo, el autor deja al lector imaginar esas soluciones.
Con el objetivo de ahorrar en libros y reducir (un poco) mi impacto ambiental, este año leeré todos los libros que pueda en la tablet de la fotografía, una BOOX Note Air (reseña).
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